CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 6 enero 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI quiere que la Iglesia se vuelva a dejar sorprender por Cristo para que se convierta en misionera.
Fue la confidencia que hizo este viernes el pontífice en las palabras que dirigió a los 50.000 peregrinos que se congregaron en la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar el Ángelus en el día de la Epifanía o de los Reyes Magos.
El obispo de Roma recordó la Jornada Mundial de la Juventud, que el mes de agosto congregó en Colonia a más de un millón de jóvenes, que enarbolaban como lema las palabras de los Reyes Magos referidas a Jesús: «Hemos venido a adorarle».
«Aquel memorable acontecimiento», dijo el pontífice evocando su primer viaje apostólico internacional, «representó una auténtica «epifanía»», que en griego quiere decir «manifestación».
El Papa extendió a toda la Iglesia el mensaje que propuso el 18 de agosto a los jóvenes reunidos a orillas de Rin: «¡Abrid de par en par vuestro corazón a Dios, dejaos sorprender por Cristo! ¡Abrid las puertas de vuestra libertad a su amor misericordioso! Exponed vuestras alegrías y penas a Cristo, dejando que Él os ilumine con su luz la mente y toque con su gracia vuestro corazón».
«Quisiera que en toda la Iglesia se respirara, como en Colonia, la atmósfera de «epifanía» y de auténtico compromiso misionero suscitado por la manifestación de Cristo, luz del mundo, enviado por Dios Padre para reconciliar y unificar la humanidad con la fuerza del amor», confesó Benedicto XVI.