El informe de monseñor Eleuterio F. Fortino, subsecretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, publicado el 19 de enero en la edición italiana de «L’Osservatore Romano», explica cómo se ha desbloqueado en los últimos meses las relaciones entre estas Iglesias.
Del 18 al 25 de septiembre de 2006 la Iglesia ortodoxa de Serbia acogerá la sesión plenaria de la Comisión Mixta Internacional de Diálogo Teológico Católico-Ortodoxo, cuyos trabajos habían quedado estancados desde la reunión celebrada en el año 2000, en Baltimore.
Esa reunión en Estados Unidos, según recuerda monseñor Fortino, concluyó sin ningún acuerdo, a causa de las discrepancias «sobre el concepto teológico del uniatismo», principio por el que Iglesias orientales, que comparten la liturgia y tradiciones de las Iglesias ortodoxas, se han unido a la Iglesia de Roma.
Aquella reunión, sin embargo, fue útil, reconoce el artículo. «Ha concretado la auténtica naturaleza del problema en discusión. El nacimiento de las Iglesias orientales católicas está íntimamente ligada a la afirmación del primado del obispo de Roma en la Iglesia de Cristo».
El «primado en la Iglesia» será, por tanto, uno de los temas fundamentales para el futuro del diálogo católico-ortodoxo.
El encuentro de Belgrado tendrá lugar, como reconoce el artículo, gracias al compromiso del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, que reunió entre el 11 y el 13 de septiembre a los representantes designados de las Iglesias ortodoxas para el diálogo con la Iglesia católica.
En el comunicado final de esa reunión, se explicó que «para los temas que afectan a la fe es indispensable que se busque la unidad en el ámbito anterior al cisma», de 1054.
Para preparar la reunión de Belgrado se reunió entre el 13 y el 15 de diciembre de 2005 en Roma la Comisión Mixta Internacional de Diálogo Teológico Católico-Ortodoxo
Al final del encuentro, los representantes católicos y ortodoxos fueron recibidos por Benedicto XVI, quien afirmó: «en esta nueva fase del diálogo, hay que afrontar juntos dos aspectos: por una parte, eliminar las divergencias que permanecen; y, por otra, tener como deseo primordial hacer todo lo posible para restablecer la plena comunión, bien esencial para la comunidad de los discípulos de Cristo, como la ha subrayado el documento de preparación de vuestro trabajo».
El patriarca Bartolomé I ha invitado a Benedicto XVI a visitar su sede, en Turquía, un viaje pastoral que podría dar ya en 2006 un fuerte impulso al diálogo católico-ortodoxo.
El artículo publicado por «L’Osservatore Romano» es el primero de una serie para hacer un balance sobre las relaciones ecuménica entre la Iglesia católica y el resto de confesiones cristianas, en el contexto de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.