ROMA, lunes, 30 enero 2006 (ZENIT.org).- Una invitación a unirse en una «peregrinación de esperanza» hacia la unidad han lanzado desde Roma, a todos los cristianos de Europa, representantes de Iglesias, conferencias episcopales, movimientos y organismos ecuménicos de 44 países del continente.
Así se desprende de la misiva –«Carta a los cristianos de Europa: “La luz de Cristo ilumina a todos”»– que los 150 delegados reunidos en la Ciudad Eterna del 24 al 27 de enero –en plena Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos– han difundido en la conclusión del encuentro en el que han compartido «un tiempo de oración y reflexión»
Se trata de la primera etapa con la que se ha iniciado la III Asamblea Ecuménica Europea (AEE3), un camino espiritual –convocado por la Conferencia de las Iglesias Europeas (CEC) (que reúne a las confesiones cristianas excepto a la Iglesia católica) y el Consejo de las Conferencias Episcopales católicas de Europa (CCEE)– que concluirá en Sibiu (Rumania), en septiembre de 2007.
Una serie de encuentros ecuménicos a nivel nacional y/o regional en toda Europa irán configurando la segunda etapa que llegará hasta Wittemberg –la ciudad de Martín Lutero, en Alemania–, sede de la tercera etapa (en febrero de 2007), en la que se encontrarán los 150 delegados para compartir los frutos de los anteriores encuentros y contribuir así a la Asamblea propiamente dicha que acogerá la ciudad rumana en septiembre del año que viene, en presencia de unos 3 mil delegados.
La Carta de los 150 delegados relata lo acontecido en el reciente encuentro de Roma: «Nos hemos comprometido en un camino común; hemos procurado crear un clima de confianza recíproca y de comprensión, trabajando y orando juntos. Hemos querido vivir una espiritualidad arraigada en la Palabra de Dios».
«Con la oración y con la acción, confiamos renovar nuestro entusiasmo por el camino ecuménico. En nuestra oración y en nuestros encuentros hemos sido alentados a dirigirnos al único Dios –Padre, Hijo y Espíritu Santo—- fuente de comunión/«koinonia» y de amor», añaden.
«Todo cristiano está invitado a asociarse a esta peregrinación de esperanza –anuncian–, a dar testimonio común, caminando con Cristo en busca de una nueva vocación para Europa».
Conscientes de los «grandes pasos adelante» que ha dado Europa en la política y la cultura, pero también de los obstáculos de «la explotación, la opresión y la violencia», los delegados escriben: «En este contexto buscamos inspiración en nuestro tema “La luz de Cristo ilumina a todos. Esperanza de renovación y unidad en Europa” [hilo conductor de todo el proceso continental. Ndr]».
«Buscamos testimoniar nuestra fe en el nuevo contexto europeo», donde aquélla «frecuentemente es relegada al margen de la vida social. Nuestra tarea –siguen– será iluminada por el amor de Cristo y por la fuerza del Espíritu, quien cura las heridas de la humanidad».
La AEE3 se funda en los precedentes que tuvieron lugar en Basilea (1999) y Graz (1997), así como en la «Charta Oecumenica» firmada en Estrasburgo en 2001 [firmado por la CEC y el CCEE, el documento –que acompaña el camino de la Asamblea– busca promover la colaboración entre las Iglesias y confesiones cristianas de Europa –evitando hacerse competencia– en el anuncio del único Evangelio, así como dar un alma a la nueva Europa y promover las relaciones con el resto de los creyentes y no creyentes. Ndr].
Lejos de ser un fin en sí misma, la AEE3 se configura como «una respuesta de los cristianos de Europa a la oración de Cristo “que todos sean uno” (Jn 17, 21)», recalcan los 150 delegados.
Recogen además en su Carta las palabras de Benedicto XVI –con quien tuvieron ocasión de encontrarse dos veces–, pronunciadas durante la celebración de las Vísperas en la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos: «¡Cuánto camino tenemos por delante! Pero no perdamos la confianza; es más, con más tesón retomemos el camino juntos. Cristo nos precede y nos acompaña. Contamos con su indefectible presencia; de Él humilde e incansablemente imploramos el precioso don de la unidad y de la paz» .
«¡Venid con nosotros en este camino!», exhortan a los cristianos de Europa los delegados de la cita continental ecuménica.
Segunda fase de la AEE3
En la Carta se encuentran sugerencias entre las muchas formas de participar ya en la segunda fase de este proceso, empezando por la invitación a «orar por este camino ecuménico».
Igualmente invita a los cristianos a que se unan a «las celebraciones y a los encuentros que tendrán lugar en la gran mayoría de los países europeos»
Más información, programas, ideas, documentos y otros recursos se irán poniendo a disposición de todo internauta en la web de la III Asamblea Ecuménica Europea www.eea3.org, que recomiendan a visitar.
Piden además a los cristianos que alienten a otros a contribuir con sus ideas y que informen a los promotores de la AEE3 de los proyectos en los que estén comprometidos.