ROMA, domingo, 7 mayo 2006 (ZENIT.org).- Un sacerdote chino, monseñor Paolo Pei Junmin, ha sido ordenado este domingo obispo coadjutor de Shenyang, diócesis de la provincia de Liaoning, en el nordeste de China, según han confirmado fuentes de la Iglesia local.
Según había anunciado este viernes la agencia AsiaNews, del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, la ordenación ha tenido lugar con el consentimiento de la Santa Sede. El obispo consagrante ha sido el obispo de Shenyang, monseñor Jin Peixian, octogenario, a quien podrá sustituir en el futuro.
La ordenación del padre Pei tiene lugar pocos días después de las ordenaciones ilícitas en Kunming y Wuhu, acaecidas sin el permiso del Papa, calificadas por una declaración vaticana como una «grave violación de la libertad religiosa» y «una grave herida a la unidad de la Iglesia», estando previstas «severas penas canónicas».
La declaración vaticana del 4 de mayo citaba «fuertes presiones y amenazas» a las que habían sido sometidos los obispos consagrantes y los candidatos a las ordenaciones de Kunming y Wuhu. Entre las personas amenazadas, se encontraba también el obispo Shenyang, monseñor Jin Peixian.
Según fuentes locales de AsiaNews, monseñor Jin fue firme y se negó a participar en las ordenaciones no aprobadas por la Santa Sede.
Monseñor Pei Junmin, de 37 años, entró en el seminario a los 16 años. Ordenado sacerdote en 1992, trabajó durante un año en la parroquia de la catedral. Más tarde su obispo le envío a Filadelfa (Estados Unidos) a estudiar Sagrada Escritura. Forma parte del primer grupo de sacerdotes chinos enviados al extranjero para estudiar.
Hasta ahora era profesor de Sagrada Escritura, decano y vicerrector del seminario mayor de Shenyang, que tiene unas 70 vocaciones. La diócesis de Shenyang tiene 100.000 fieles.