Al encontrarse con los embajadores acreditados ante la Santa Sede, el Papa renovó su llamamiento «a todas las partes implicadas en el complejo tablero político de la región, con la esperanza de que se consoliden las señales positivas, entre israelíes y palestinos, verificadas durante las últimas semanas».

El obispo de Roma aseguró que «la Santa Sede no se cansará nunca de repetir que las soluciones armadas no conducen a nada, como se ha visto en el Líbano el verano pasado».

«El futuro de este país pasa necesariamente por la unidad de todos los que lo integran y por las relaciones fraternas entre los diferentes grupos religiosos y sociales».

«Éste es un mensaje de esperanza para todos --aseguró--. No es posible tampoco contentarse con soluciones parciales o unilaterales».

«Para poner fin a la crisis y a los sufrimientos que ocasiona en las poblaciones, es necesario proceder según un enfoque global, que no excluya a nadie en la búsqueda de una solución negociada y que tenga en cuenta las aspiraciones y los legítimos intereses de los distintos pueblos implicados».

En particular, aclaró el pontífice, «los libaneses tienen derecho a ver respetadas la integridad y la soberanía de su país; los israelíes tienen derecho a vivir en paz en su Estado; los palestinos tienen derecho a una patria libre y soberana».

«Si cada uno de los pueblos de la región ve sus aspiraciones tomadas en consideración y se siente menos amenazado, se reforzará la confianza mutua», indicó.

«Esta misma confianza aumentará si un país como Irán --siguió indicando--, especialmente en lo que concierne a su programa nuclear, acepta dar una respuesta satisfactoria a las legítimas preocupaciones de la comunidad internacional».

«Los pasos dados en este sentido tendrán sin duda alguna un efecto positivo para la estabilidad de toda la región, y en particular de Irak, poniendo fin a la espantosa violencia que ensangrienta este país y ofreciendo la posibilidad de relanzar su reconstrucción y la reconciliación entre todos sus habitantes», concluyó al analizar la situación en Oriente Medio.