BARCELONA, domingo, 14 enero 2007 (ZENIT.org).- El análisis de películas teológicas o espirituales más grande en Internet está alojado en la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL)

Zenit ha preguntado a su encargado, el profesor Peio Sánchez, que también dirige la Semana de Cine Espiritual de Barcelona, las características de este servicio gratuito.

Peio Sánchez, de la asociación ADSIS, profesor de teología sistemática, comenta que «a pesar de la cercanía de la Iglesia en la primera hora del cine, en el fondo los teólogos han pensado que el medio audiovisual era demasiado superficial». Algo, sin embargo, está cambiando, avanza este cinéfilo.

El reto está en «convertir el medio audiovisual en general es un lugar teológico y de evangelización», explica.

--¿Con qué propósito se ha creado un lugar de cine espiritual en los espacios de diálogo de la RIIAL?

--Sánchez: Los espacios de formación interdisciplinar --«Ágora RIIAL»-- pretenden ser en el ámbito de Internet y para la lengua española un lugar de referencia para el diálogo entre fe y cultura.

En este sentido, inmersos en una cultura audiovisual, el cine se ha convertido en un medio especialmente significativo, con más capacidad de profundidad que la televisión, que con un carácter más inmediato se convierte frecuentemente en superficial.

Hace más de un año se inició este espacio sobre «medio cinematográfico, cine espiritual».

En él se han ofrecido claves de reflexión sobre la relación entre teología y cine, análisis teológico de películas y algunos listados de recomendación.

Son frecuentes las consultas a este lugar desde la que se pueden bajar los materiales, que luego se emplean en parroquias, iniciativas pastorales y centros educativos.

Así frecuentemente nos enteramos de que una pastoral universitaria en Chile, una parroquia en Ecuador, o un Centro Educativo en Perú han usado las fichas didácticas.

--Ha escogido y comentado 115 películas en torno a la muerte y Dios ¿Nos explica por qué ha elegido precisamente este tema?

--Sánchez: La presencia de este fondo amplio sobre análisis teológico y pastoral de películas forma parte de un trabajo de doctorado presentado en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma y que ha contado con la colaboración del profesor Lloyd Baugh de la Universidad Gregoriana.

Bajo el título «La vida es bella. La escatología en el cine contemporáneo: 1990-2005» se muestra con en el cine actual que al tratar el tema de la muerte aparece con frecuencia la referencia a Dios como sentido y futuro abierto al más allá del morir.

Así este numeroso elenco de películas se ofrece con su ficha técnica, una valoración que enuncia los temas centrales, el análisis pormenorizado de las secuencias claves que incluye los diálogos, así como una valoración teológica del film.

De esta forma, películas como «La milla verde» (1999), «Millon Dolar Baby» (2004), «El sabor de las cerezas» (1997) o «Bailar en la oscuridad» (2000) y muchas más son analizadas en profundidad.

Estamos, pues, ofreciendo uno de los bancos de análisis teológico de cine más importante en Internet.

--¿La teología se toma en serio las inquietudes que emergen del cine actual?

--Sánchez: La teología tradicionalmente ha dialogado con la filosofía y la historia del pensamiento y es testigo de la fecundidad de este encuentro.

Sin embargo, y a pesar de la cercanía de la Iglesia en la primera hora del cine, en el fondo los teólogos han pensado que el medio audiovisual era demasiado superficial.

Probablemente estamos en un nuevo momento. La influencia del llamamiento a una estética teológica ha causado efectos benéficos sobre la relación entre teología y arte, que por rebote han llegado al cine.

Actualmente, es frecuente la ilustración de las cuestiones teológicas con películas e incluso el análisis teológico de películas y directores.

Sin embargo, hoy estamos retados a convertir el cine, y el medio audiovisual en general, en un lugar teológico y de evangelización.

La actualización de la teología pasa por convertir el discurso teológico en realidad audiovisual.

Llegará un tiempo en que junto a los libros, la producción teológica tendrá que ofrecer guiones y propuestas audiovisuales.

La producción cinematográfica implica un esfuerzo colectivo realizado en equipo, y los teólogos han trabajado demasiado solos.

Sin embargo, hoy se reúnen productores, teólogos, guionistas y realizadores para hacer posibles iniciativas audiovisuales.

Un dato significativo: es curioso lo lejos que están las Facultades de Teología de las Facultades de Comunicación Audiovisual, incluso dentro de nuestras universidades.

--El cine se sigue planteando las cuestiones de fondo: ¿quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?...

--Sánchez: Sorprendentemente, la producción cinematográfica está inquieta por los problemas que afectan al hombre.

Algunos filones de violencia, sexo y efectos especiales han llegado a un punto de saturación, no bastan para vender.

El cine busca frecuentemente argumentos que afectan a los grandes problemas del hombre sobre la libertad, el sentido del amor y la relación, la lucha por la justicia, la muerte y el futuro.

Asistimos a una eclosión de la dimensión trascendental que es una oportunidad para la oferta cristiana, para el encuentro con el Dios que se revela en Jesucristo. Veamos un ejemplo.»El gran silencio» no es una iniciativa eclesial. Es el proyecto de un director inquieto por lo espiritual y que intuye que esta preocupación es atractiva para el público. Se acerca a una fuente, en este caso Le Grande Chartreuse, y de ella recibe no sólo imágenes sino también sentido. Los distribuidores y exhibidores tampoco son de ambientes cristianos.

El éxito de público ha sido rotundo y más para una producción modesta y difícil, casi tres horas de silencio. Nuevamente se ha detectado la búsqueda del silencio del ser humano. Un silencio llamado a ser habitado por Dios. Además se ha encontrado el camino de comunicación adecuado. Llamados a ser cristianos en una cultura audiovisual, hemos re reunir la Palabra y el Icono, éste es nuestro reto.

Más información en www.zenit.org