CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 3 junio 2007 (ZENIT.org).- Los derechos humanos fue uno de los temas centrales de la audiencia que concedió Benedicto XVI este lunes a Gloria Macapagal Arroyo, presidente de Filipinas.
La mandataria del país asiático con el mayor número de católicos se reunió posteriormente con el secretario de Estado de Su Santidad, el cardenal Tarcisio Bertone, y el secretario para las relaciones con los Estados, el arzobispo Dominique Mamberti.
«En los coloquios se evocaron las relaciones cordiales entre la Santa Sede y la República de Filipinas, así como el entendimiento y la cooperación entre la Iglesia y el Estado», afirma un comunicado emitido por la Oficina de Información de la Santa Sede.
«Se analizó también la situación política y social en el sudeste asiático y, en particular, el respeto y la promoción de los derechos humanos y de las instituciones democráticas en esa región», aclara el comunicado.
La señora Arroyo participó este domingo en el Vaticano en la canonización de María Eugenia de Jesús (1817-1898), francesa, fundadora del Instituto de las religiosas de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, y de otros tres nuevos santos.
El milagro que ha permitido esta canonización es la curación de una niña filipina, Risa Bondoc, que hoy tiene 12 años.
Arroyo ya había visitado al Papa Benedicto XVI el 26 de junio de 2006.