Benedicto XVI menciona expresamente esta «sintonía eclesial» en el mensaje que, en el marco de su visita pastoral del domingo a Asís, entregó en la Basílica de San Francisco al capítulo general de la Orden Franciscana de los Frailes Menores Conventuales.
El Santo Padre introdujo, el 9 de noviembre de 2005, nuevas normas para las Basílicas de San Francisco y de Santa María de los Ángeles: un legado pontificio como signo del vínculo de la Sede Apostólica con Asís y la jurisdicción del obispo local sobre los dos Templos Mayores franciscanos para armonizar sus actividades con la pastoral diocesana
El primero -que custodia los restos de San Francisco- está confiada a la Orden de los Frailes Menores Franciscanos Conventuales; el segundo -en cuyo interior se encuentra la iglesia de la Porciúncula- a la Orden Franciscana de los Frailes Menores.
El Santo Padre modificó la sujeción jurídica de estos templos en la citada fecha. El obispo de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino tiene desde entonces la jurisdicción prevista por el derecho sobre las iglesias y sobre las casas religiosas en lo relativo a las actividades pastorales desarrolladas por unos y otros religiosos en los dos templos.
Legado pontificio para ambas basílicas fue nombrado el cardenal Attilio Nicora. El purpurado italiano carece de jurisdicción sobre los citados lugares franciscanos, pero puede impartir la Bendición Papal en las celebraciones que presida en ocasión de las solemnidades litúrgicas mayores.
Herencia de San Francisco
Con la visita pastoral del domingo, en el contexto del VIII centenario de la conversión del santo de Asís, «he querido subrayar el significado de este evento, al que es necesario volver siempre para comprender a Francisco y su mensaje», reconoce el Papa en su mensaje del domingo.
El propio Francisco, «casi para sintetizar con una sola palabra su acontecimiento interior, no halló concepto más rico que el de «penitencia» (…). Así que se vio esencialmente como un «penitente», en estado, por así decirlo, de conversión permanente», reflexiona el Papa.
«Abandonándose a la acción del Espíritu, Francisco se convirtió cada vez más a Cristo, transformándose en una imagen viva de Él, sobre los caminos de la pobreza, de la caridad, de la misión», recalca.
«¡Es vuestra, por lo tanto, la tarea –dice el Papa a los franciscanos- de testimoniar con arrojo y coherencia su mensaje! Estáis llamados a hacerlo con esa sintonía eclesial que caracterizó a Francisco en su relación con el Vicario de Cristo y con todos los Pastores de la Iglesia».
«Al respecto, os estoy agradecido –expresa el Papa- por la pronta obediencia con la que, junto a los Hermanos Menores, correspondiendo al especial vínculo de afecto que desde siempre os une a la Sede Apostólica, habéis acogido las disposiciones del Motu Proprio «Totius Orbis» acerca de las nuevas relaciones de las dos Basílicas Papales de San Francisco y de Santa María de los Ángeles con esta Iglesia particular que fue cuna del Pobrecillo y que tanta parte tuvo en su vida».
