La misa, en la que participaron unas 45.000 personas, adquirió un significado especial, pues en las vísperas se había extendido en algunos sectores el debate sobre el Estado laico y las manifestaciones públicas de la fe, como la celebración de la solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo.
«Celebrar al Señor es celebrar la vida y hacer latente el compromiso, que no seamos más un pueblo de Dios dormido, adormecido, distraído, que no seamos jamás un pueblo de Dios que se oculta cuando hay una amenaza, tenemos que desterrar el miedo, porque el miedo de hablar de nuestro Dios es un espacio que abrimos para aquellos que no quieren más a Dios», afirmó el purpurado.
«Nosotros tenemos que sentirnos orgullosos de pertenecer a este pueblo de un Dios tan cercano, de un Dios tan personal, de un Dios que quiere caminar con nosotros y que siempre nos esta buscando para darnos ese abrazo paterno y hacernos sentir hijos y constructores de su Reino», añadió el cardenal sin esconder la emoción.
El vídeo ha sido publicado en Youtube por la agencia informativa eclesial para Bolivia, Infodecom (http://www.infodecom.com/Manager.php?var=1743)
