Procedió a la lectura del documento, este martes, durante un acto oficial en el Consejo Pontificio para los Laicos, su subsecretario, Guzmán Carriquiry.
La festividad mariana de la Anunciación (la Encarnación del Hijo de Dios) es uno de los puntos de referencia de la espiritualidad de esta nueva realidad eclesial; por ello, su fundador solicitó al citado dicasterio que la fecha de este decreto fuera tal.
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DECRETO
Los Franciscanos de María constituyen una asociación de fieles fundada por el reverendo Señor Don Santiago Martín Rodríguez en 1988, en Madrid. Sus inicios se encuentran en un grupo de jóvenes que decidieron vivir una experiencia espiritual marcada por la imitación de la Santísima Virgen María y de San Francisco de Asís, con una dimensión de servicio hacia las personas más menesterosas de la sociedad. Con el paso del tiempo surgieron nuevos grupos de fieles laicos en otras ciudades de España y del continente americano, que recibieron el nombre de «escuelas de agradecimiento».
La Asociación Franciscanos de María fue reconocida a nivel diocesano por primera vez con Decreto del por entonces arzobispo de Madrid, Su Eminencia Reverendísima el Señor Cardenal Ángel Suquía Goicoechea, de fecha 14 de abril de 1993.
El carisma y la misión de los Franciscanos de María consiste en vivir y difundir la espiritualidad del agradecimiento, que radica básicamente «en tener una relación con Dios basada en la gratitud por el amor que del Señor se ha recibido» (Estatutos, n.3). Asimismo, los Franciscanos de María aspiran a ser un instrumento de evangelización al servicio de la Iglesia, en profunda comunión con el Romano Pontífice y con los Ordinarios diocesanos.
Tanto el Concilio Ecuménico Vaticano II como el Magisterio post-conciliar, han prestado especial atención a las formas asociativas de participación en la vida de la Iglesia, manifestando hacia ellas su más profunda estima y consideración (cfr. Decreto sobre el apostolado de los laicos Apostolicam actuositatem, 18, 19 y 21; Juan Pablo II, Exhortación apostólica post-sinodal Christifidelis laici, 29).
En este mismo sentido, al comienzo del tercer milenio, el Siervo de Dios Papa Juan Pablo II escribió que «tiene gran importancia para la comunión el deber de promover las diversas realidades de asociación, que tanto en sus modalidades más tradicionales como en las más nuevas de los movimientos eclesiales, siguen dando a la Iglesia una viveza que es don de Dios, constituyendo una auténtica primavera del Espíritu» (Carta apostólica Novo Millennio ineunte, 46).
Por su parte, el Santo Padre Benedicto XVI ha afirmado que «la realidad de los movimientos eclesiales es signo de la fecundidad del Espíritu del Señor, para que se manifieste en el mundo la victoria de Cristo resucitado y se cumpla el mandato misionero encomendado a toda la Iglesia» (Discurso, 24 de marzo de 2007).
En consecuencia:
Vista la instancia presentada al Consejo Pontificio para los Laicos por el Reverendo Señor Don Santiago Martín Rodríguez, Fundador y Presidente de la Asociación Franciscanos de María, solicitando el reconocimiento de la misma como asociación internacional de fieles;
Considerando los frutos que los Franciscanos de María han producido en la vida de numerosos fieles cristianos, convirtiéndose esta Asociación en un auténtico camino y escuela de santidad y apostolado;
Considerando la oportunidad de reconocer los Franciscanos de María y de aprobar sus Estatutos, con el fin de favorecer la difusión de sus fines, y después de haber sido acogidas por la Asociación las observaciones formuladas a los Estatutos por este Dicasterio;
Considerando las cartas comendaticias de Obispos diocesanos de diversos países del mundo donde están presentes los Franciscanos de María, auspiciando su reconocimiento canónico internacional;
Visto el artículo 134 de la Constitución Apostólica Pastor bonus, sobre la Curia Romana, así como el canon 322 del Código de Derecho Canónico, el Consejo Pontificio para los Laicos decreta:
1º) El reconocimiento de los Franciscanos de María, como asociación privada internacional de fieles con personalidad jurídica, según los cánones 298-311 y 321-329 del Código de Derecho Canónico.
2º) La aprobación de los Estatutos de la Mencionada asociación, debidamente autenticados por el Dicasterio, por un período ad experimentum de cinco años.
Dado en Ciudad del Vaticano, a 25 de marzo de 2007, Solemnidad de la Anunciación del Señor.
+ Stanislaw Rylko
Presidente
+ Josef Clemens
Secretario
[Transcripción del documento original realizada por Zenit]