Llamamiento a la oración por la acogida de la carta del Papa a los católicos en China

Iniciativa del cardenal Ivan Dias

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 27 junio 2007 (ZENIT.org ).- Más de 600 monasterios femeninos de clausura, en Italia, oran ya «para que la Carta del Santo Padre sea bien acogida y China se abra al Evangelio y reconozca la plena libertad religiosa a todos los creyentes».

La iniciativa ha partido del cardenal Ivan Dias –prefecto de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos- y del padre Ciro Biondi, PIME –secretario de la Pontificia Unión Misionera, una de las Obras Pontificias ligadas al dicasterio misionero.

Y es que se acerca la publicación de la «Carta a los católicos en China», que ha firmado el Papa hace exactamente un mes, en la Solemnidad de Pentecostés –recuerda la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews.it»-.

Por ello, en una carta enviada a 610 monasterios femeninos de clausura, el purpurado recuerda que Benedicto XVI ha escrito la misiva «para expresar su paternal cercanía» «y ofrecer algunas orientaciones respecto a la vida de la Iglesia y la obra de evangelización en ese inmenso país».

El cardenal Dias pide «especiales oraciones para que la Carta del Santo Padre sea bien acogida, y que China se abra al Evangelio y reconozca plena libertad religiosa a todos los creyentes», cita la agencia del PIME.

En China «la Iglesia católica, ante el gobierno, se encuentra dividida en dos partes: la llamada «oficial», reconocida por las autoridades gubernamentales, y la llamada «clandestina» -recuerda el cardenal Dias-. Eso causa mucho malestar y confusión entre los pastores y los fieles».

En cualquier caso, todos los católicos «están unidos en la profesión de la única fe y en su intrépida lealtad al Sucesor de Pedro», motivo por el cual «muchos de ellos han sufrido terribles persecuciones y han muerto por la causa de Cristo y de la Iglesia», subraya.

Pero «la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos», insiste el purpurado indio, recordando la célebre frase de Tertuliano, Padre de la Iglesia de los primeros siglos.

En su opinión, «es reconfortante constatar que la Iglesia en China, a pesar de la dura persecución que ha durado más de cinco décadas, ha conservado una edificante vitalidad espiritual y está registrando un fuerte crecimiento numérico».

Y escribe: «La casi totalidad del centenar de obispos de ese territorio están en comunión con la Santa Sede, las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa abundan, los fieles frecuentan numerosos la Santa Misa y tienen una gran devoción a María Santísima, Auxilio de los Cristianos y Reina de China».

En el mensaje enviado a las claustrales, el padre Ciro Biondi, por su parte, considera la Carta del Papa como un «esperadísimo e importantísimo acontecimiento que ciertamente se convertirá en un hito en la historia del tercer milenio».

Y pide a las religiosas «que programen una semana de oración para que el mensaje del Santo Padre Benedicto XVI pueda lograr los frutos que él y toda la Iglesia esperan».

Además exhorta a que se difunda esta iniciativa en los monasterios de todo el mundo.

Mientras, sacerdotes chinos que estudian en el extranjero esperan la carta del Papa, junto a los fieles de sus diócesis, convencidos de que ayudará a promover la unidad y la claridad pastoral, subraya el dicasterio misionero este miércoles a través de su órgano informativo «Fides».

«Esperamos que todos puedan captar el verdadero sentido de la carta y comprender la gran intención del Papa, motivada por el amor y por el deber de un Pastor universal», expresan a la agencia misionera.

«Tenemos mucha necesidad de esta misiva, y hace tiempo que esperamos un documento así –añade un sacerdote-; porque la pastoral y la vida de la Iglesia tienen necesidad de claridad y de una orientación segura».

«La oración es la mejor manera de acoger la carta del Papa», coincide.

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ZENIT Staff

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