BUENOS AIRES, martes, 2 octubre 2007 (ZENIT.org).- La misión continental que ha surgido de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe quiere relanzar a la Iglesia en el continente de la esperanza.
Esta fue la exposición brindada el lunes por el cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, en las jornadas de «Recepción y aplicación de Aparecida», celebradas en esta capital.
La agencia católica de noticias argentina Aica ha señalado algunas de las claves que ofreció el purpurado sobre el documento de esa Conferencia celebrada en la segunda mitad de mayo en el santuario mariano de Aparecida (Brasil).
«El texto conclusivo que se produjo armoniza lo que se vivió de abajo hacia arriba, con el lema como eje y donde se percibe toda una eclesiología de diversidad en la unidad».
«No éramos obispos peleando, éramos hombres puestos por el Espíritu Santo armonizando en la diversidad y siguiendo un eje provocador de reacciones de abajo hacia arriba».
«El Santo Padre fue muy respetuoso del documento y no quería casi tocarlo para que sea un verdadero documento del magisterio latinoamericano».
«Es la primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano que se hace en un santuario de la Virgen. Nosotros, los obispos, estábamos entre la gente. Nuestra música funcional eran las oraciones y las misas que se celebraban con nuestro pueblo».
«La joyita del documento es el capítulo dedicado a la Piedad Popular».
«Relanzamiento es lo que se pretende con la Misión Continental. Y no se trata de hacer prosélitos. La Iglesia siembra palabras y las palabras convocan. La misión es siembra».
«Otro eje fundamental de Aparecida fue y es la opción por la vida para que tengan vida en Jesús. La Iglesia es consciente de que lo más barato hoy es la vida humana. En esta cuestión de la vida -mirando a Latinoamérica- entramos en la cultura del descarte. Hay una nueva Ilustración: el progresismo ahistórico en el que la idea es superior a la realidad. El reduccionismo antropológico lleva a un terrorismo demográfico. Y esto Aparecida lo denuncia»«.
«La palabra más mencionada en el documento de Aparecida es vida».
El cardenal arrancó aplausos del auditorio cuando ya casi al terminar se refirió a los laicos diciendo: «Mejor es pedir perdón que andar pidiendo permiso para anunciar la Palabra».
