Sudáfrica: asesinado un sacerdote Oblato de María Inmaculada en el robo de su coche

El padre Allard Msheyene tenía 42 años

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JOHANESBURGO, viernes, 12 octubre 2007 (ZENIT.org).- Los Oblatos de María Inmaculada (OMI) denuncian, a través de su web, el asesinato de uno de sus sacerdotes en Sudáfrica, víctima de las balas de ladrones de coches.

La comunidad del noviciado en Sudáfrica y la Provincia del Norte lloran la muerte del padre Allard Msheyene, también llamado «Mako»; era colaborador del maestro de novicios. Cayó en una emboscada en la carretera el 5 de octubre.

El misionero estaba desarrollando su labor, el fin de semana pasado, en la parroquia San Pedro en Nelspruit –capital de la provincia de Mpumalanga–. Después de celebrar la misa, el viernes por la tarde, en Ka Nyamazane, llevó a un joven a su casa y regresó a la parroquia.

Poco después fue hallado echado, al borde de la carretera del municipio de Msogwaba.
Conducido inmediatamente en ambulancia al hospital Themba de Kabokweni, fue derivado enseguida a un hospital con mayores recursos, en Nelspruit, donde fue sometido a una operación de urgencia.

De acuerdo con su Congregación, estaba consciente y reconoció a quien le hablaba, al cual hasta pudo responder. «Pero, desgraciadamente, la bala había surtido su terrible efecto», lamenta la comunidad.

El padre Zweli Mlotshwa le administró los últimos sacramentos, el sábado 6 de octubre muy temprano. Algunas horas después, el padre Mako murió.

Tenía 42 años; había sido ordenado sacerdote en 2003.

«Su muerte deja un vacío no sólo en todos los que le conocieron y quisieron, sino también en la pastoral de su Provincia, donde había renovado el apostolado de las vocaciones y se preparaba a otras tareas en la formación», reconoce la nota de los OMI.
Los robos en carretera son una verdadera plaga en Sudáfrica. Se registran más de doce mil al año.

Misioneros Oblatos de María Inmaculada fueron fundados hace 188 años, cuando el padre Eugenio de Mazenod (ya canonizado) y cuatro compañeros suyos se reunieron para predicar misiones en provenzal, por los campos del sur de Francia.

Actualmente los oblatos son 4.440, ya estén en formación –con un primer compromiso– o sean sacerdotes o hermanos. Están presentes en los cinco continentes: más de 700 en África, 1.450 en Europa, 630 en Asia, 360 en América Latina, 750 en Canadá, 480 en los Estados Unidos.

La última fundación tuvo lugar en Guinea Bissau, cerca de una de las misiones OMI en Senegal. Igualmente desarrollan su labor en los barrios populares de Marsella, de Estrasburgo o de Cádiz; se encuentran asimismo en Cuba, Turkmenistán, Bielorrusia y Ucrania, por citar algunos ejemplos.

Por otro lado, las misiones han crecido y acuden, a su vez, a hacer misión: Haití ha ido a Colombia, entre los afro-amerindios; Sri Lanka acudió hace años a la India, Bangladesh y Pakistán.

Más información en www.omiworld.org .

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ZENIT Staff

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