NÁPOLES, lunes, 22 octubre 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Jean-Louis Tauran presentó este lunes en Nápoles la hoja de ruta del diálogo interreligioso: el rechazo de la violencia y la promoción de la paz
El presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso expuso su propuesta en la mesa redonda «Religiones en diálogo por un mundo sin violencia», organizada por la Comunidad de San Egidio, en el encuentro de representantes religiosos por la paz que se concluirá este martes.
«Tenemos nuestra hoja de ruta que tenemos que seguir: hacer de las religiones un nombre de paz», dijo el purpurado francés, a quien el Papa le ha dado recientemente el encargo de promover las relaciones de la Iglesia católica con otras religiones.
«El terrorismo cubre de infamia a quien lo cumple. Toda violencia justificada en nombre de la fe es una profanación del nombre de Dios», explicó Tauran citando a Benedicto XVI.
Reconociendo que el mundo sigue asistiendo a crímenes que parecían haber desaparecido tras la segunda guerra mundial –limpieza étnica, campos de concentración…–, el cardenal consideró que sigue habiendo esperanza: «un ejército de hombres y mujeres que creen en la paz y que alzan las manos hacia el cielo».
«Lo hacen porque están persuadidos de que las situaciones de violencia pueden superarse cuando se les contrapone la bondad», añadió.
Según el cardenal, que durante muchos años fue secretario de Juan Pablo II para las Relaciones con los Estados, «el diálogo es para todos una peregrinación y un riesgo».
«Con el diálogo, de hecho, me pongo en camino para escuchar situaciones diferentes y me arriesgo ante los interrogantes de los demás», concluyó.