BÉRGAMO, jueves, 25 octubre 2007 (ZENIT.org).- “El hecho de que Europa sea cada vez más tierra de misión obliga al ecumenismo, hoy más que nunca, a ser un ecumenismo misionero”, propuso el padre Romano Scalfi en el 50º aniversario de “Russia Cristiana”.
“Si no estamos unidos en lo que es esencial a la fe –la pasión de anunciar a Cristo, salvación del mundo–, corremos el riesgo de construir sobre arena”, advirtió el sacerdote.
El padre Scalfi en 1957 creó esta fundación para dar a conocer en Occidente la riqueza de la tradición espiritual, cultural y litúrgica de la Ortodoxia rusa, favorecer el diálogo ecuménico basado en el contacto vivo experiencial, y contribuir a la presencia cristiana en Rusia.
Para celebrar este aniversario, el 20 de octubre tuvo lugar en Villa Ambiveri, en Seriate (Bérgamo, Italia), el Congreso Internacional de la Fundación; el tema: “Russia Cristiana: la pasión por la unidad. 1957-2007: cincuenta años de historia”.
Entre los mensajes recibidos por la ocasión, destaca el del arzobispo Antonio Mennini, representante de la Santa Sede en la Federación Rusa.
El prelado escribe al padre Scalfi alabando su compromiso por “la unidad de la Iglesia, no como un proyecto a realizar, sino como experiencia de la acogida de un don de conversión al que hay que responder por el bien de la humanidad”.
“Y en consecuencia –sigue el mensaje- la unidad de la persona, en su modo de concebir la propia vida personal y el sentido de la vida de todo el mundo, que le confiere una irreductibilidad última, de la cual volver a empezar para reconstruir un mundo roto en pedazos”.
Según el arzobispo Mennini, “el valioso trabajo de información y testimonio desempeñado por Russia Cristiana en Occidente, está acompañado por un igualmente valioso camino de amistad con comunidades cristianas y personas de buena voluntad presentes en Rusia”.
Monseñor Mennini subrayó la “fructífera obra desempeñada por el Centro Biblioteca del Espíritu, en el espíritu de un diálogo abierto y fraterno con las diversas instancias de la sociedad rusa y en especial con la Iglesia Ortodoxa”.
Creado en 1993 en Moscú, en colaboración con la Iglesia Católica local y algunas importantes instituciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el citado Centro lleva a cabo una labor cultural, editorial y de distribución de libros.
Recientemente publicó en ruso “Introducción al Cristianismo” –de Joseph Ratzinger–, con prólogo del metropolita Kirill, presidente del Departamento para las Relaciones Exteriores del Patriarcado ortodoxo de Moscú.