CIUDAD DEL VATICANO, 4 de junio de 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI deseó este miércoles que la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II ofrezca frutos para el tercer milenio.
Pronunció su auspicio en polaco, al final de la audiencia general, en la plaza de San Pedro del Vaticano, al recordar los 45 años de la muerte del beato Papa Juan XXIII.
«La gente le llamaba ‘Juan el bueno’ o ‘El buen Papa Juan’. Convocó el Concilio Vaticano II, que inició la renovación de la Iglesia, la reforma de sus estructuras y la actualización de la liturgia», recordó.
«Que esta reforma dé frutos en nosotros y en la Iglesia del tercer milenio», concluyó el Papa.