Banco de Alimentos en diócesis mexicana une espiritualidad y caridad

Comparte junto al obispo de Querétaro el Pan de la Eucaristía y el alimento cotidiano

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QUERÉTARO, domingo 30 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- Ante cientos de familias de escasos recursos que abarrotaron la Santa Iglesia Catedral en la Tercera Marcha y Misa del Agradecimiento, el obispo de Querétaro, monseñor Mario De Gasperín Gasperín, recordó que «el altar es el centro de donde parte la vida de la Iglesia y que el pan espiritual y el pan material están íntimamente ligados en la acción de la comunidad de los creyentes».

La Marcha y la Misa del Agradecimiento es una iniciativa que –por tercer año consecutivo– lleva a cabo el Banco de Alimentos de Querétaro, una institución diocesana de laicos que pretende ser vínculo entre la abundancia de recursos alimenticios que se desperdician diariamente y el hambre de miles de familias pobres.

Se trata, según los organizadores, de una marcha sin precedentes, pues lejos de pedir o exigir algo a las autoridades de la sociedad, las comunidades, las instituciones y las familias beneficiadas por el Banco de Alimentos, salen a la calle de la capital de Querétaro para dar las gracias a la Iglesia y a los donantes por compartir el alimento en la mesa de los que menos tienen.

Se trata de una iniciativa que aplica en la práctica una de las ideas centrales del pontificado de Benedicto XVI que en numerosos documentos ha mostrado la unión íntima entre liturgia y caridad.

Monseñor De Gasperín Gasperín dijo, en la homilía de la Misa con la que concluyó la Marcha, que «es necesario que toda familia católica tenga un acercamiento a la vida espiritual para poder compartir el pan de la Palabra de Dios, a través de la lectura de la Santa Biblia y del catecismo de la Iglesia católica» para, de ahí, formar una comunidad de creyentes, capaz de la solidaridad y del compartir el pan ganado con el trabajo.

También recordó que la iniciativa del Banco de Alimentos surgió desde la presencia laical del periódico El Observador, por lo que también recomendó a los fieles no dejar de cultivar el espíritu con la lectura continua de este medio de comunicación católico.

El Banco de Alimentos de Querétaro, fundado por iniciativa del propio obispo De Gasperín Gasperín y un grupo de laicos comprometidos con la Iglesia, ha cumplido 12 años de labor ininterrumpida; al momento colecta y distribuye 220 toneladas de alimentos al mes, beneficiando a 23 mil personas de escasos recursos.

El lema del Banco de Alimentos de Querétaro es: «Contra el hambre, fraternidad». Su consejo directivo está encabezado por Maité Urquiza Guzzy, también directora general adjunta del periódico El Observador, y en la parte operativa por Ángela Quintana Ahedo.

La Marcha del Agradecimiento cumple ya tres años de celebrarse; a lo largo del recorrido las diversas comunidades e instituciones asistidas por el Banco de Alimentos expresan su beneplácito a los bienhechores y donantes, así como a todas las personas que participan en el patronato y en la operación del Banco.

La Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA), a la cual pertenece el Banco de Alimentos de Querétaro, junto con otros 59 bancos más diseminados en todo el territorio nacional mexicano, calcula que, diariamente, se desperdician en el país cerca de 32 mil toneladas de alimentos útiles para el consumo humano.

La misión de los bancos es acopiar y distribuir esa «riqueza en desuso», para darle de comer al que pasa hambre (alrededor de 14 millones de personas en México, 200 mil en la diócesis de Querétaro).

La mayor parte de los bancos de alimentos tienen su origen en iniciativas de los obispos locales y se insertan en Cáritas y en la Pastoral Social de las diócesis, y prácticamente todos son administrados, dirigidos y operados por laicos, lo mismo que la AMBA cuya misión es «servir de puente entre la abundancia y la carencia» de alimentos en México.

Al finalizar la Misa de la Marcha del Agradecimiento, una multitud de fieles de escasos recursos económicos, procedente de todos los rincones de la Diócesis de Querétaro, se arremolinó en torno al obispo De Gasperín para saludarle y agradecerle la presencia del Banco de Alimentos (cuyo nombre es Alvida, acrónimo de Alimentos para la Vida, Institución de Asistencia Privada) en sus comunidades, en sus familias o en sus instituciones.

Se puede acceder al Banco de Alimentos de Querétaro en www.alvida.org y a la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos en www.amba.org.mxtuciones.

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ZENIT Staff

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