BAGDAD, martes 23 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- Los obispos iraquíes agradecen los gestos de apoyo a los cristianos recibidos en los últimos días de las autoridades y líderes religiosos con motivo de la próxima celebración de la Navidad, y confían en que éstos signifiquen un mayor empeño en acabar con la discriminación que sufren los cristianos en este país.
En declaraciones a la agencia italiana Asianews, los prelados mostraron su confianza en que estos gestos de apoyo sean «pequeñas señales de esperanza» de que la situación de la comunidad cristiana cambie.
El pasado 20 de diciembre, el Ministerio del Interior iraquí organizó en Bagdad una fiesta pública en apoyo de los cristianos, en la que se colocó un árbol de Navidad, un Papá Noel, imágenes de Jesús y de María y la bandera de Iraq. En ella participaron muchos niños.
La fiesta tenía como objetivo premiar a las personas que se han distinguido en el diálogo interreligioso, así como animar a los cristianos que han emigrado del país a volver a él.
Los obispos agradecieron este «gesto de amistad hacia los cristianos», así como la «condena simbólica de la violencia» sufrida en los últimos años, pero algunos manifestaron su temor de que se trate solo de una fachada para ocultar la inacción a la hora de tutelar los derechos de la minoría cristiana.
Para monseñor Shleiman Warduni, sigue habiendo «muchas cuestiones sin resolver», como la cancelación del artículo 50 de la ley electoral que limita la representación política de los cristianos, así como la discriminación en el ámbito laboral.
Otro caso difícil es el de los cristianos de Mosul, que deberán celebrar los actos religiosos de día por miedo a los ataques fundamentalistas, a pesar de que está prevista una mayor presencia policial para protegerles.
Con todo, los obispos se muestran esperanzados ante estos y otros gestos de apertura. Monseñor Rabban Al Qas, obispo de Ammadiya ed Erbil (zona cercana al Kurdistán), explicó que la televisión curda ha anunciado la emisión en directo de la Misa de Navidad.
Por su parte monseñor Louis Sako, arzobispo de Kirkuk, afirma a Asianews haber recibido visitas de delegaciones «árabes, turcomanas y kurdas para felicitar la Navidad a la comunidad cristiana». «Aún entre tantas persecuciones, podemos sentir un clima de mayor solidaridad», añadió.