CHIHUAHUA, lunes 31 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- La obra de teatro “Vida por Amor”, producida y dirigida por Laura Zapata, fue estrenada en el Teatro de la Ciudad de Chihuahua, México. La obra está basada en la vida de Bernard Nathanson y Norma McCorvey, abortistas arrepentidos convertidos en defensores de la vida.
Los primeros actores de “Vida por Amor» son Laura Zapata, Manuel Ojeda y Marco Uriel.
La obra está basada en la vida de Bernard Nathanson, el mayor abortista en Estados Unidos, que practicó personalmente cinco mil abortos, incluido el de su propio hijo, y supervisó la realización de otros 70.000.
Norma McCorvey, escondida bajo el seudónimo de “Jane Roe” demandó el derecho al aborto que originó el caso Roe vs Wade en 1973. El Tribunal Supremo de Estados Unidos, con siete votos a favor y dos en contra, despenalizó el aborto. Pero lo irónico es que esta sentencia fue emitida sobre una mentira, pues en realidad Norma estaba embaraza de 8 meses entonces y no le fue posible abortar. Este hijo, al igual que sus dos hijos anteriores, fue dado en adopción.
En la obra, Bernard y Norma guían a los espectadores por el camino que les llevó a la conversión. Ambos personajes, vivieron desde su infancia una vida plagada de desamor en sus familias, de indiferencia, rechazo y maltrato, lo que originó sus comportamientos en la sociedad ya en su etapa adulta.
Antes de la representación, Laura Zapata ofreció una rueda de prensa en la que dijo: “Es un tema controversial y estoy segura de que los jóvenes que vean la obra no van a pensar siquiera en la posibilidad de un aborto”.
Aseguró que los defensores del aborto se defienden de tres maneras: bajo las banderas de que debe ser permitido en caso de violación, de malformaciones genéticas y de que un feto no es un humano a los tres meses.
“Yo me pregunto, ¿a los tres meses qué somos?, ¿un pedazo de goma?, ¿un zapato?, y sobre las malformaciones, ¿acaso hay alguien perfecto?, todos somos imperfectos, vale más la gracia de la imperfección que la perfección sin gracia; y sobre la bandera de la violación les digo, no se puede tapar un crimen como el de la violación con otro crimen igual o más horroroso como el aborto”, explicó la actriz.
Manifestó finalmente que el propósito de la obra es no permitir que se vote en más lugares de México a favor de la despenalización del aborto, el que la sociedad se reconcilie con los valores y la vida y además el levantar la voz, por aquéllos que no tienen voz “algo que deberíamos hacer todos lo que poblamos este planeta”.