MADRID, martes 15 de junio de 2010 (ZENIT.org).- La Última Cena de Salzillo o el Cristo muerto de Mena serán algunas de las esculturas, procedentes de toda España, que podrán admirar los participantes en la JMJ de Madrid 2011.
Serán llevados en procesión durante el solemne Via Crucis presidido por Benedicto XVI, y que está previsto la tarde del 19 de agosto de 2011, en el Paseo de Recoletos de la capital española.
Esta soprendente iniciativa fue presentada esta mañana en Madrid por el obispo auxiliar, monseñor César Franco, junto con los Hermanos Mayores de las Cofradías propietarias de los pasos procesionales seleccionados para la ocasión.
Se trata de grupos escultóricos, de siglos de antigüedad, que representan cada una de las escenas de la Pasión de Cristo, y que son llevados en procesión durante la Semana Santa por las calles de las ciudades españolas, en medio del fervor popular.
Diez de ellos, procedentes de Madrid, Cuenca, Málaga, León, Valladolid, Murcia, Granada, Zamora, Jerez (Cádiz) y Orihuela (Alicante), serán llevados a Madrid para esta ocasión.
Esta iniciativa “extraordinaria y osada”, según el hermano mayor de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno de Murcia, Rafael Cebrián, pretende, afirman los organizadores, “acercar a los jóvenes a la fe a través de la belleza”.
“Todas las tallas se realizaron con un fin catequético, mostrando diferentes escenas de la Pasión; continuaremos con la misión para la que fueron hechas enseñando la Pasión a jóvenes de todo el mundo”, añadió Cebrián.
Javier Cremades, responsable de los actos centrales de la JMJ, explicó que se pretende “representar a las miles de procesiones que hay por toda la geografía española”. Cremades destacó que “no se trata de una colección de obras de arte expuesta al público, sino de poder rezar ante tesoros de la religiosidad popular española”.