WikiLeaks revela opiniones de funcionarios estadounidenses sobre el Vaticano

Reacción de la Santa Sede ante la falta de elementos informativos en los cables diplomáticos

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 12 diciembre 2010 (ZENIT.org).- La Santa Sede considera que los documentos enviados al Departamento de Estado de los Estados Unidos por la embajada de ese país ante la Santa Sede, revelados por WikiLeaks, no son más que opiniones de sus redactores.

Así lo explica un comunicado emitido por la Oficina de Información de la Santa Sede este sábado, después de que varios periódicos de Estados Unidos y Europa publicaran cables diplomáticos, filtrados por la página web dedicada a revelar documentos secretos, preservando el anonimato de sus fuentes.

El comunicado vaticano constata ante todo, sin entrar en ulteriores juicios morales, «la máxima gravedad de la publicación de una gran cantidad de documentos reservados y confidenciales y de sus posibles consecuencias».

«Naturalmente tales relaciones reflejan las percepciones y las opiniones de quienes las han redactado, y no pueden ser consideradas expresión de la misma Santa Sede, ni citas precisas de las palabras de sus oficiales», asegura la nota de prensa.

Por tanto, concluye la Santa Sede, «su credibilidad, por lo tanto, debe ser evaluada con reserva y con mucha prudencia, teniendo en cuenta esta circunstancia».

Si bien exponentes de Wikileaks habían anunciado en días anteriores importantes revelaciones de los documentos diplomáticos estadounidenses sobre el Papa y el Vaticano, los cables filtrados no ofrecen información nueva.

Estos cables presentan la visión de la Iglesia y de la Santa Sede de los diplomáticos estadounidenses, en particular de la señora Julieta Valls Noyes, durante un tiempo jefa interina de la misión diplomática en esa embajada, a partir de los juicios publicados por los medios de información estadounidenses y europeos.

Entre las «revelaciones» de Wikileaks destacan la sensibilidad ecológica de Benedicto XVI o la consideración de que el Vaticano es un Estado poco moderno y jerárquico, en el que faltan «voces disidentes».

Se afirma que el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, es un «yes man» al servicio del Papa, comentario que, según se ha podido saber este domingo de círculos vaticanos ha alegrado al mismo interesado, quien considera que su misión es precisamente la de colaboración y obediencia al Santo Padre.

«Bertone tiene un estilo pastoral que le lleva a menudo fuera de Roma, de vuelta por el mundo, a ocuparse de problemas espirituales antes que de la política exterior y la gestión», afirma la diplomática estadounidense.

«En el Vaticano, el Papa es el responsable último de todas las decisiones importantes», aunque suele delegar en «aquellos que más saben o mejor informados están sobre cada materia particular», escribe la señora Valls Noyes en un informe a Washington.

Los cables insisten en las crisis comunicativas que ha experimentado en los últimos tiempos el Vaticano, y aseguran que las nuevas tecnologías, en particular los teléfonos de nueva generación, no son muy utilizados entre la Curia Romana.

Se advierte que el Papa ha manifestado en el pasado perplejidad ante la entrada de Turquía en Europa, y se subrayan las difíciles relaciones entre el Vaticano y el presidente de Venezuela Hugo Chávez.

Sólo uno de los cables no repite tópicos publicados por la prensa occidental: en el Vaticano, según los oficiales estadounidenses, no se habla mucho inglés, motivo por el cual la Curia Romana no estaría a la altura de la situación…

«L’Osservatore Romano», en su edición de este 12 de diciembre no ha hecho referencia a estas revelaciones de Wikileaks. En su edición del 4 de diciembre atribuía la publicación de estos cables a un objetivo: «alimentar un escenario que ponga bajo presión las relaciones diplomáticas entre países».

«Según algunos observadores, de los documentos decriptados por Wikileaks salen elementos orientados a influir en sus dinámicas el panorama político internacional. Aunque no parece que este objetivo sea fácilmente alcanzable. Al menos hasta que los documentos en cuestión se queden en rumores sobre los líderes mundiales», concluía el diario vaticano.

Por su parte, el embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede, Miguel Humberto Díaz, ha hecho pública una nota este sábado condenando «enérgicamente» la divulgación de los cables.

«Sin comentar el contenido o la autenticidad de dicha información», el embajador estadounidense ante la Santa Sede, de origen cubano, asegura que su embajada «participa con el Vaticano en los esfuerzos para impulsar el diálogo interreligioso de forma activa, por el bien común».

Por Jesús Colina

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ZENIT Staff

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