CIUDAD DEL VATICANO, viernes 17 de junio de 2011 (ZENIT.org).- La fe en el Espíritu Santo y sus dones permite avanzar en la mutua comprensión entre católicos y pentecostales, según ha confirmado un comunicado emitido en una reunión de representantes de ambas confesiones cristianas.
El encuentro, celebrado en Roma del 10 al 16 de junio, ha dado inicio a la sexta ronda de conversaciones que continuará en los próximos cinco años sobre el tema “Carismas en la Iglesia: su significado espiritual, discernimiento, e implicaciones pastorales”.
Las iglesias pentecostales originales, llamadas también clásicas, son agrupaciones evangélicas que tienen como objetivo proclamar el Evangelio de Jesucristo por todas las naciones realizando milagros, curaciones y manifestaciones otorgadas por el Espíritu Santo, como el don de lenguas.
A pesar de la gran diversidad de las comunidades pentecostales, en conjunto, son las que tienen mayor crecimiento en el mundo, con aproximadamente 600 millones de adherentes y constituyen más del 80% de las comunidades protestantes.
A diferencia de las nuevas realidades pentecostales, las comunidades clásicas pentecostales han comenzado a interesarse por la manera en que la Iglesia católica vive la relación con el Espíritu Santo. El diálogo institucional entre los pentecostales originales y la Iglesia católica comenzó oficialmente tras el Concilio Vaticano II, en 1972.
El diálogo, aclara una nota enviada por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos a ZENIT “no busca establecer la unidad estructural”.
“Su objetivo consiste en promover el mutuo respeto y entendimiento en materias de fe y vida –añade la nota–. Un genuino y franco intercambio sobre posiciones y costumbres de las perspectivas tradiciones ha caracterizado y guiado las conversaciones, que incluyen momentos diarios de oración en común”.
Por parte católica, ha presidido este encuentro monseñor Michael Burbidge, obispo de Raleigh, quien ha revelado que “nuestro trabajo y conversaciones de esta semana han llevado a católicos y pentecostales a un entendimiento más profundo y a apreciar elementos de terreno común que compartimos sobre los carismas del Espíritu Santo”.
“En la medida en que avanzaremos en este diálogo en los años futuros, renovaremos nuestro compromiso para discutir con respeto los desafíos que tenemos ante nosotros, buscando y rezando por la unidad como hermanos y hermanas en Cristo”, aclara.
El presidente de la representación pentecostal ha sido el reverendo Cecil M. Robeck, profesor de la Historia de la Iglesia y Ecumenismo en el seminario teológico Fuller de las Asambleas de Dios, en Pasadena, Estados Unidos, quien considera: “el ecumenismo ha pasado del nivel del miedo y de la animosidad al del respeto y apertura entre muchos grupos pentecostales. Esta ronda, centrada en dones o carismas del Espíritu Santo, debería constituir un avance para señalar las áreas de terreno común en la vida y el ministerio”.
Los temas de la agenda para esta sexta fase son: discernimiento (2012), sanación (2013) y profecía (2014). Se espera concluir un informe final para el año 2015.
Los participantes rindieron culto juntos en el domingo de Pentecostés en la Santa Misa presidida por Benedicto XVI en la basílica de San Pedro.
Durante la audiencia general del 15 de junio de 2011, el papa dio la bienvenida a los miembros del Diálogo Internacional Católico-Pentecostal y les garantizó su oración por el avance en las mutuas relaciones.