KNOCK, viernes 1 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI envió sus “mejores deseos cálidos y devotos” a los cerca de 13.000 peregrinos que asistieron al Congreso Nacional Eucarístico el pasado fin de semana en el santuario mariano de Knock, una etapa en la preparación del Congreso Eucarístico Mundial que se celebrará en la isla.

Lo hizo a través de una carta enviada al arzobispo de Armagh, el cardenal Sean Brady, por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.

El Papa destacó que está “unido espiritualmente a todos los que (...) ofrecen adoración, acción de gracias y alabanza al Dios vivo por el sacrificio salvador de Cristo en la cruz”.

Señaló que con “la recepción frecuente y digna del Pan de Vida”, la persona será conducida por un camino de “conversión en la verdad, la justicia y la caridad”.

La carta concluye con la bendición apostólica del Papa a “todos los fieles en Irlanda por intercesión de María, la Madre de la Iglesia”.

El congreso eucarístico de Knock forma parte de la preparación espiritual al 50º Congreso Eucarístico Internacional que se celebrará en Dublín del 10 al 17 de junio de 2012 con el tema La Eucaristía: comunión con Cristo y entre nosotros.

Durante el encuentro nacional, celebrado los días 25 y 26 de junio, un momento destacado fue la eucaristía del sábado en el santuario mariano irlandés con unos mil católico, presidida por el cardenal Brady.

En ella, el primado de Irlanda exhortó a los jóvenes a enviar un texto o un tweet sobre la amistad de Jesus.

El cardenal Brady, primado de Irlanda, presidió la Misa del sábado e invitó a los jóvenes a convertirse en apóstoles.

“Pido a cada uno de vosotros que envíe un texto o un tweet, o colgar en un blog o enviar un e-mail al menos a uno de vuestros amigos”, dijo.

“Habladles de este encuentro de amistad y fe actual. Invitadles a formar parte de la preparación del Congreso de Dublín del próximo año”, añadió el purpurado, de 71 años de edad.

El cardenal Brady afirmó que el encuentro en Knock fue un signo del hecho de que la fe es todavía importante para la población irlandesa, sin embargo planteó la pregunta: ¿Por qué esta fe no es más visible y más audible?”.

Por otra parte, el purpurado dijo que “las celebraciones en Knock ofrecen una oportunidad para recordarnos que somos parte de algo más grande que nosotros”.

El cardenal expresó también su esperanza de que los eventos de este año y del próximo “ayuden a curar las heridas sociales, económicas, espirituales y morales que han afectado muy profundamente a nuestro país y a la Iglesia en las últimas épocas”.

En sus palabras a los jóvenes, les recordó que se encontraban en Knock en el contexto del congreso eucarístico y de un festival juvenil anual.

“Habéis venido a Knock para reflexionar y rezar sobre un tema muy interesante: Combustible para el Viaje”.

“El viaje es el de la vida, y Jesús es el Pan de la Vida -combustible para el Viaje de la Vida”, explicó.

El cardenal destacó también que los jóvenes rezaron el viernes ante el Santísimo Sacramento con una adoración nocturna, y el sábado se acercaron al sacramento de la reconciliación.

“Confesarse es precioso porque la confesión es el medio para restaurar nuestra amistad y comunión con Dios, que perdemos por el pecado”, declaró.

La falta de fe no es una cosa nueva, dijo refiriéndose a la primera lectura del domingo, en la que Sara no cree a Dios al anunciarle su próxima maternidad. “Sara ríe porque no cree”, dijo el cardenal. “También nosotros vivimos en una época en la que la fe es objeto de burla y ridiculizada cada vez más”.

Por tanto, subrayó, mientras Jesús “comprende la debilidad de la condición humana” y “se extiende hacia nosotros con compasión y un amor que cura”, nos reta también.

 “Frente a nosotros, no tiene miedo de nuestra pereza, nuestro egoísmo y nuestro pecado”.

“Nos llama a la conversión porque estas cosas nos impiden experimentar la plenitud de vida que Dios quiere que tengamos”, destacó el arzobispo de Armagh.

 “Esta es la plenitud de amor que deriva de nuestra inmersión en la Palabra de Vida y en la Eucaristía -el Pan de la Vida”.

<p>El cardenal Brady se dirigió a todos los que no asisten regularmente a misa pero que todavía son llamados y amados por Dios.

“Mi esperanza en este año de preparación es que todos los que se han alejado de la participación regular en misa, sientan, con el corazón nuevo, la simple llamada de Jesús a todos nosotros: 'Haced esto en memoria mía'”.

“En el centro de todo estará lo que se llama la nueva evangelización”, afirmó. “No nueva en el contenido, sino nueva en el fervor y en la fe; es un nuevo compromiso de hacer presente un mensaje de alegría y de esperanza para toda la humanidad que se celebra y se hace presente en cada Eucaristía”.