ha dado a conocer su historia de conversión durante un ciclo de cine dedicado a la figura del martirio y la persecución y la Iglesia con motivo de la preparación a las beatificaciones de los mártires del siglo XX en España de este domingo. Ha sido organizado por la muestra “De Madrid hasta el cielo”, que se celebra desde hace varios años en una fecha cercana a la Pascua y que pertenece al area de Cultura del Arzobispado de Madrid.
En una entrevista concecida a ZENIT cuenta que antes de la conversión se llamaba Mohamed Alí. Procede de una importan familia religiosa chii, descendientes de Mahoma. Su padre era un jeque religioso y Mohamed era su sucesor. Él no conocía ni sabía nada sobre los cristianos, y al no tener estudios sólo conocía el Corán.
La idea que tenía de los cristianos, es la que hay en el Corán. Gente que no adora el Dios verdadero, que adoran la trinidad. El concepto que tenían sobre ellos no era bueno y sentía rechazo hacia ellos. El primer cristiano que conoció fue en el cuartel del Ejército durante el servicio militar.
Masud era un persona muy amable y respetable, y la idea de Mohamed era ‘convertirle al Islam’. Pensaba que era muy fácil convertirle, porque él conocía a los cristianos por el Corán y como pensaba que el cristianismo era ‘una religión falsa’ iba a ser algo fácil. Pero Masud le regaló una Biblia para leer. En realidad fue Mohamed el que pidió al Mashud la Biblia con el objetivo de leerla y entender las contradicciones y así poder convencerle de entrar en el Islam.
Pero «Masud me pidió leer la Biblia y compararla con el Corán, entender bien la Biblia y entender bien el Corán. Esta petición me pareció muy rara porque yo el Corán lo conocía muy bien por ser el sucesor de mi padre como jefe religioso. Además tenía muy asumido que la Biblia es un libro falsificado». Masud le dijo «hay que entender el Corán bien, no sólo leerlo» y eso también le extrañó. Así que al final, «leí de nuevo el Corán para entenderlo bien, y me di cuenta que había muchas contradicciones».
Hablando sobre el momento de su conversión Joseph Fadelle cuenta que «antes de entrar en el cristianismo y que Jesús tocara mi corazón, yo seguí estudiando el Islam y decidí dejarlo. Por eso rechacé el Islam antes de entrar en el cristianismo. Cuando ya estuve convencido de abandonar el Islam, insistí a Masud para que me trajera la Biblia. Esto fue siete meses después. Después de leer la Biblia, sentí una relación muy estrecha entre el Señor Jesucristo y yo, y hasta hoy está relación sigue siendo una relación de amor; amor por Cristo, por la biblia y por el cristianismo».
Especialmente duro fueron los momentos que llegaron después, cuando decidió bautizarse y comenzó la persecución, incluso por parte de su familia. «Mi padre me quería mucho y no quería matarme y por eso me condenaron a la cárcel. Estuve un tiempo encerrado un año y tres meses, allí sufrí mucho, maltrato… Y querían saber qué sacerdote u obispo me había ayudado en mi conversión. Pero gracias a la ayuda de Dios no dije nada», cuenta Fadelle.
«En realidad el maltrato y la persecución, lo que sufrí en la cárcel fortaleció mi fe. Y como dice la biblia, los cristianos serán perseguidos. Y he sentido gozo y fortaleza por el hecho de aguantar en el nombre de Jesús», admite Fadelle.
Recordó que «durante todo el año y cuatro meses que estuve en la cárcel, rezaba y pedía todos los días a Dios que me ayudara. Salí de la cárcel sin saber nada de mi familia, mi mujer y mis dos hijos. Salí a buscarlos y al llegar a casa, mi familia me hizo fiesta. Ellos contaban a la gente que estaba en la cárcel por asuntos políticos, no por religión porque sería una deshonra para la familia. Mi única preocupación era mi mujer y mis hijos, que estaban allí, en casa de mi padre».
Después decidí hablar con un sacerdote porque quería bautizarme, y éste le aconsejó salir de Irak para poder hacerlo. El único país que le aceptaba era Jordania y este sacerdote le ayudó a salir con su mujer e hijos. Y después de 13 años, finalmente fue bautizado en Jordania.
Pero, prosigue su historia, «la persecución de mi familia no paro. Llegaron hasta Jordania buscándome, y me encontraron, mis cuatro hermanos y un tío mío. Me encontraron por la calle y mi tío me disparó, la bala me rozó. Estuve un tiempo en el hospital en Jordania recuperándome y es gracias a Dios que estoy vivo». Tras este suceso pidió asilo político en Francia.
Joseph Fadelle renococe que «el conocimiento de Jesús, su persona y lo que he conocido sobre el Señor me llamó la atención y me fortalecía en la fe. No soy el único que ha sufrido esto. Hay muchos musulmanes que han muerto por esta causa y nadie habla de ellos. En Irak y otros países musulmanes, hay muchos que se han convertido al cristianismo, que fueron asesinados y nadie sabe de ellos».
Para concluir la entrevista, Fadelle afirma que ahora «no puedo vivir sin Jesucristo, la Biblia, la misa y la Iglesia porque es para mí como el agua. Vivo por Jesucristo y la fe cristiana».