«Espero estar preparado. Uno se preapara lo más que puede porque ha sido un gran sorpresa que el papa me ha dado con este nombramiento, por lo tanto necesito un poco entrar en este rol». Es lo que en nuevo secretario de Estado Vaticano, monseñor Pietro Parolín, 58 años, ha afirmado al finalizar una visita en la prefectura de Padua poca antes de salir hacia Roma, en declaraciones recogidas por la agencia Italiana ANSA.
Del mismo modo, ha añadido que «por otra parte tengo una cierta experiencia, he trabajo durante años en la secretario de Estado Vaticano antes de ir a Venezuela».
De hecho Mons. Parolín entró en 1992 entró en la segunda sección de la Secretaría de Estado. En el 2000 pasa en la sección italiana sobre capellanías militares y asistencia religiosa en cárceles y hospitales. En el 2002 es nombrado subsecretario de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, hasta el 2009 cuando es nombrado nuncio en Venezuela.
En referencia a este cargo, la Secretaría de Estado vaticana probablemente cambiará su nombre en «Secretaría Papal». Y no es solo una cuestión de nombre, como aclaro días atrás el obisopo Marcello Semeraro, secretario del Consejo de ocho cardenales que Francisco ha nombrado para la reforma de la Curia.
Monseñor Semeraro ha explicado que «hoy el término Secretaría de Estado puede ser mal ententido, tiene un connotación ‘política’. Se trata de poner cada vez más en evidencia la dimensión eclesial del Secretario, su rol de apoyo a las funciones del papa como obispo de Roma y cabeza de la Iglesia universal.
También lo indicó el cardenal chileno Francisco Errázuriz, uno de los cardenales del llamado G8, en declaraciones a la edición argentina de la revista Vida Nueva.
Del mismo modo lo explicó el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano algunas semanas atrás en la Sala de Prensa: indicó que la palabra ‘Estado’, puede crear equivocaciones. De hecho es la Secretaría del papa por su servicio de gobierno a la Iglesia universal.