KINSHASA, jueves, 28 julio 2005 (ZENIT.org).- Con el objetivo de «hacer dialogar a los cristianos» y «reconstruir la República Democrática del Congo para una paz duradera en la región de los Grandes Lagos» ha nacido la «Coalición cristiana» por iniciativa de los dirigentes de las principales confesiones en el país, entre ellos católicos, protestantes, la «Iglesia del Despertar del Congo» e Iglesias independientes.
Durante una semana –explicó el martes la agencia del mundo misionero «Misna»- debatieron en la capital, Kinshasa, sobre el papel de los cristianos en la difícil fase de transición del país, que busca salir de la guerra de 1998-2003 para llegar a la normalidad democrática, como desde hace tiempo pide la sociedad civil.
Distribuidos en seis comisiones, los delegados analizaron, entre otros puntos, el papel de la familia en el Congo, la situación del país y la convivencia pacífica de los Grandes Lagos.
Por parte de la Iglesia católica, el día de apertura del encuentro intervino monseñor Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kisangani y presidente de la Conferencia Episcopal del país.
Situó el compromiso político de los cristianos en el marco de referencia del Concilio Vaticano II y del magisterio pontificio (de Pablo VI a Juan Pablo II), y observó: «Es en la base de estos principios que la Iglesia puede alentar el proyecto de una “Coalición cristiana”».
Pero ello con la condición -precisó- de que no se trate de «una carrera al poder», sino más bien de «una alianza indisoluble de la política con la ética».
En opinión del prelado, la nueva formación cívica «y el poder que ésta busca deben ser concebidos en función de una sociedad pluralista donde, en la tolerancia, en la cohesión nacional y en el respeto de las libertades fundamentales, todos promuevan valores auténticos de un Estado de Derecho».
Para el presidente del episcopado congoleño –quien sólo intervino en el discurso en la sesión de apertura- es evidente «que una coalición política de inspiración cristiana no debe convertirse de modo automático en el “brazo secular” de la Iglesia».
La nueva formación –que algunos la consideran ya un nuevo sujeto político también en vista de las elecciones presidenciales (recién pospuestas por seis meses y probablemente destinadas a un nuevo aplazamiento semestral)- ha tenido eco en la prensa local, añade la agencia misionera: los diarios de Kinshasa se dividen entre quien manifiesta curiosidad y quien, sin ocultar perplejidad ante un aglomerado de fuerzas heterogéneas reunidas en nombre de la pertenencia cristiana, invita a la cautela.
Tres millones de vidas se cobró el reciente conflicto en la República Democrática del Congo, en la región de los Grandes Lagos, cuyas potencias se disputan el control de los inmensos recursos naturales del territorio.