CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 17 julio 2005 (ZENIT.org).- Profunda tristeza por el brutal asesinato del obispo Luigi Locati -vicario apostólico de Isiolo (Kenia)- y a la vez gratitud por su generoso testimonio evangélico ha expresado Benedicto XVI en sendos telegramas –enviados a través del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano- cuyo contenido difundió el sábado la Santa Sede.
En uno, dirigido al nuncio apostólico en Kenia –el arzobispo Alain Lebeaupin-, el Papa, «profundamente entristecido» por la «trágica muerte» de monseñor Locati, hace llegar su cercanía y oración al clero, a los religiosos y a los fieles de Isiolo -en el noroeste de Kenia-, encomendado a la atención pastoral del prelado asesinado.
Monseñor Luigi Locati, que habría cumplido 77 años el sábado próximo, había tenido oportunidad de encontrarse personalmente con Benedicto XVI el pasado 25 de mayo en Roma. La cordialidad de ese momento, en el contexto de la audiencia general de los miércoles, la recoge una fotografía difundida en numerosos medios.
«Confiando la noble alma del obispo difunto a la infinita misericordia de Dios Nuestro Padre, Su Santidad da gracias por el testimonio desinteresado del Evangelio y de la promoción de la dignidad humana que caracterizaron su ministerio sacerdotal y episcopal», se lee en el telegrama a la comunidad keniana de fieles.
En él, Benedicto XVI asegura también su oración «para que la muerte del obispo Locati pueda acelerar el alba de esa paz y reconciliación a la que él se dedicó hasta el final».
Por razón de edad, el vicario apostólico de Isiolo había presentado su renuncia al cargo y estaba a la espera del nombramiento de su sustituto (Cf. Zenit, 15 julio 2005). En la noche del 14 de julio fue asesinado por unos desconocidos que le dispararon en la corta distancia que separa el centro parroquial de su domicilio. La investigación del crimen está en marcha.
El sábado pasado, el representante papal presidió en Isiolo una Eucaristía en sufragio por el alma del prelado asesinado. Acudieron numerosos sacerdotes y muchísimos fieles, entre los que destacaba la presencia de jóvenes, así como miembros de otras religiones. A todos los reunidos Benedicto XVI hizo llegar su bendición apostólica como «prenda de consuelo y fortaleza en Nuestro Señor Jesucristo» mediante el citado telegrama.
Originario de Vinzaglio (provincia italiana de Vercelli) y sacerdote desde 1952, Luigi Locati era desde 1962 sacerdote «fidei donum» -enviados por sus diócesis a otros países donde hay escasez de sacerdotes- en Kenia, en la diócesis de Meru. En 1995 fue nombrado primer obispo del nuevo vicariato apostólico de Isiolo, creado a partir del territorio de la diócesis de Meru. Al año siguiente recibió la consagración episcopal.
Así, Benedicto XVI hace llegar también su «profundo dolor» por el «bárbaro asesinato» y su «participación espiritual en el imprevisto luto» a los familiares del «heroico misionero» y a la comunidad de Vercelli, adonde envió otro telegrama igualmente a través del cardenal Sodano.
En la misiva –cuyo destinatario es el arzobispo local, monseñor Enrico Masseroni-, el Papa vuelve a subrayar el «generoso ministerio episcopal» entre las poblaciones kenianas del obispo Locati, dando gracias por él a Dios.
Nuevamente dedica el diario vaticano «L’Osservatore Romano» la portada de este domingo a monseñor Locati, subrayando el «sentimiento de profunda conmoción» que «une a Italia con Kenia».
«El brutal asesinato del obispo Luigi Locati, vicario apostólico de Isiolo –dice-, ha suscitado vivísima emoción entre cuantos tuvieron el privilegio de conocerle» en Italia y en el país africano.
Así se desprende del testimonio directo -añade- de muchas manifestaciones de afecto hacia el desaparecido prelado, «empezando por las de los niños de Isiolo, a los que monseñor Locati había dedicado gran parte de su actividad misionera».
El diario oficioso de la Santa Sede recoge también que «nuevos particulares» sobre el asesinato del obispo Locati apuntan a que se trató «de una verdadera ejecución, perpetrada por algunos asesinos que tendieron una emboscada» al prelado, «matándole, después de haberle aturdido, con un disparo en la cabeza y otro en la garganta».
Los restos de monseñor Locati serán trasladados a Italia, para recibir sepultura en el panteón familiar, después de los funerales que el próximo miércoles se celebrarán en la catedral de Isiolo, confirma la agencia del mundo misionero «Misna».