CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 10 julio 2005 (ZENIT.org).- En el año 2004, la Santa Sede cerró su balance económico en activo, dejando atrás los números rojos de los tres años precedentes, según informa el Vaticano.
Si bien el cardenal Sergio Sebastiani, presidente de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede, presentará este lunes a la prensa el balance económico de la Santa Sede relativo al año 2004, un comunicado distribuido por la Oficina de Información vaticana ha revelado algunos de los argumentos analizados este viernes en la reunión del Consejo de los Cardenales para el Estudio de los Problemas Organizativos y Económicos de la Santa Sede.
La reunión comenzó con la presentación por parte del cardenal Sebastiani del balance económico consolidado 2004 de la Santa Sede, que presenta entradas por un valor de 205.663.266 euros (unos 245.469.886 dólares estadounidenses) y salidas por valor de 202.581.446 euros (unos 241.791.573 dólares), lo que implica un superávit de 3.081.820 (unos 3.678.313 dólares).
En el año anterior, el balance económico se cerró con pérdidas por valor de 9.569.456 euros, que según el cambio de la moneda del año pasado correspondían a 11.831.680 dólares estadounidenses.
Este balance sólo tiene en cuenta los dicasterios y organismos de la Santa Sede, en donde trabajan los colaboradores que asisten al Papa en su ministerio universal.
«En la Curia trabajan en su consunto 2.663 personas, de las cuales 759 son eclesiásticos, 346 religiosos y 1.558 laicos; los jubilados son 1429», informa el comunicado.
Monseñor Sebastiani también presentó el balance económico 2004 del Estado de la Ciudad del Vaticano, diferente al de la Santa Sede, que gestiona el territorio vaticano, con entradas y salidas propias de esta pequeña ciudad, que van desde su supermercado, farmacia y museos hasta los servicios de policía o bomberos.
El año 2004 cerró con un resultado positivo de 5.371.194 euros (unos 6.410.801 dólares). El año anterior había cerrado con un déficit de 8.820.678 euros (que según el cambio del año pasado eran unos 10.911.179 dólares),
«Los dependientes del Estado de la Ciudad del Vaticano son 1.560 personas; los jubilados 878».
El comunicado revela que en la reunión se afrontó el argumento de los medios de comunicación de la Santa Sede, en particular de «Radio Vaticano», que comportan una partida significativa del balance económico de la Santa Sede.
«Estos instrumentos desempeñan un importante servicio de información sobre la actividad y enseñanza del Santo Padre y de la Iglesia universal, así como de formación pastoral, especialmente para aquellos países que disponen de limitadas posibilidades para la evangelización, pero que implican ingentes recursos financieros y exigen continuas innovaciones tecnológicas», reconoce el comunicado.
En el superávit vaticano ha tenido un papel decisivo el aumento de la contribución de las diócesis del mundo a la Santa Sede, prevista por el Código de Derecho Canónico. «En el año 2004, estas contribuciones alcanzaron la suma de 27.209.792,56 dólares [unos 22.797.316 euros], un aumento del 8,18% con respecto al año precedente», afirma el documento.
Benedicto XVI hizo una breve visita a la reunión del Consejo para «tener conocimiento de los temas examinados» y para subrayar «la importancia de los medios materiales para el anuncio del Evangelio y para la misión espiritual de la Iglesia».
En la reunión participaron los cardenales Thomas Stafford Williams, arzobispo de Wellington (Nueva Zelanda); Roger Michael Mahony, arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos); Camillo Ruini, obispo vicario de la diócesis de Roma; Jean-Claude Turcotte, arzobispo de Montreal (Canadá); Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid (España); Ivan Dias, arzobispo de Bombay (la India); Cláudio Hummes, arzobispo de Sao Paulo (Brasil); Edward Michael Egan, arzobispo de Nueva York (Estados Unidos), y Su Beatitud Michel Sabbah, patriarca latino de Jerusalén.
En representación de la Santa Sede, además del cardenal Sebastiani, estuvieron presentes en el encuentro el obispo Franco Croci, secretario de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede; el cardenal Attilio Nicora y el arzobispo Claudio Maria Celli, respectivamente presidente y secretario de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica; y el cardenal Edmund Casimir Szoka, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
