Los acusados son los granjeros Vitalmiro Bastos de Moura y Regivaldo Pereira Galvão, sospechosos de quienes comisionaron el asesinato; el capataz Amair Feijoli, a quien se le acusa de ser el intermediario; y los agricultores Rayfran das Neves Sales y Clodoaldo Batista, quienes han confesado que fueron los autores materiales del homicidio.
Además de homicidio, responderán a agravantes, como motivos fútiles, crimen cometido por recompensa y modalidades que impidieron la víctima de la defensa.
Los fiscales sospechan que la muerte de la religiosa interesaba a los granjeros que se oponían a su obra de apoyo a los trabajadores rurales que desempeñaba, en el contexto de los acuerdos relativos a la reforma agraria en la Amazonia.
Si son condenados en octubre, los cinco acusados podrían ser condenados a treinta años de cárcel.
Rayfran das Neves y Clodoaldo Batista también son sometidos a juicio en el extranjero. Han sido sometidos a una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que los quiere juzgar por el mismo crimen, dado que sor Dorothy Stang era estadounidenses, naturalizada brasileña.