CIUDAD DEL VATICANO, martes, 5 julio 2005 (ZENIT.org).- Cuando faltaban 42 días para las Jornadas Mundiales de la Juventud, el cardenal Joachim Meisner, arzobispo de Colonia, reveló este martes que los organizadores esperan la presencia de unos 800.000 jóvenes.
En una rueda de prensa concedida en «Radio Vaticano», el purpurado confirmó que «los registrados o los que ya han pagado son unos 400.000, pero dejaremos abiertas las oficinas hasta el último día para dar la posibilidad de participar. Por nuestra parte, podemos gestionar hasta dos millones de personas».
Entre las cifras ofrecidas por el cardenal, destacan la participación de 7.000 sacerdotes, de 700 obispos, y 85 mil alojamientos ofrecidos por familias alemanas para acoger a los jóvenes.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud, previstas del 15 al 21 de agosto, serán clausuradas por Benedicto XVI con una vigilia y una eucaristía en la explanada Marienfeld (Campo de María), en la que se ha construido una colina artificial con tierra de todos los continentes.
«Colonia trabaja desde hace ocho años en este acontecimiento», aseguró el cardenal.
La catedral de Colonia, según la tradición, conserva las reliquias de los tres reyes magos. El relicario se colocará detrás del altar, como sucedía en la Edad Media, para que los jóvenes pasen por debajo, llevando a sus casas una especie de bendición, como hacían los antiguos peregrinos.
El cardenal reconoció que «la mayor» dificultad de la organización consiste en que se deben observar «17.000 normas de seguridad», según la normativa alemana.
«Durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2000, aquí en Roma, el gobierno italiano suspendió durante diez días estas disposiciones, con un gesto que considero muy humano», reconoció.
«Se nos ha obligado a respetar estas normas de seguridad y esto nos ha costado mucho, pues son muy costosas. La actual visita del Papa cuesta diez veces más que la primera visita a Alemania de Juan Pablo II», explicó.
«La preparación ha sido compleja desde un punto de vista técnico, por las disposiciones de seguridad, y desde un punto de vista financiero. Pero ya está todo superado», indicó.
El cardenal lanzó un llamamiento a los jóvenes participantes: «tenéis que venir como los Reyes Magos. Traed con vosotros a otras personas, no vengáis solos. Si nos reunimos en su nombre, Jesús estará entre nosotros. Tenemos que mostrar al mundo el rostro de Cristo».
