CIUDAD DEL VATICANO, martes, 5 julio 2005 (ZENIT.org).- Este jueves, 7 de julio, se presentará en el Vaticano en una rueda de prensa el «Instrumentum laboris» (instrumento de trabajo) de la XI asamblea general del Sínodo de los Obispos, que se celebrará en el Vaticano del 2 al 23 de octubre sobre el tema «La Eucaristía, fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia».
El documento será presentado por el arzobispo Nikola Eterović y por monseñor Fortunato Frezza, secretario general y subsecretario respectivamente del Sínodo de los Obispos, informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El documento de trabajo, que servirá de guía para la discusión de los obispos procedentes de todo el mundo, será publicado en italiano, francés, inglés, alemán, español, portugués, y polaco.
El voluminoso documento (el de la última asamblea sinodal era de unas 130 páginas) es el fruto de las respuestas a un cuestionario publicado por la Santa Sede, en mayo de 2004, junto a los «Lineamenta» (Orientaciones) del Sínodo.
Ese texto básico, elaborado según las indicaciones del Consejo de la Secretaría General del Sínodo y de expertos, tenía por objetivo proponer a la reflexión de «todas las fuerzas vivas de la Iglesia», los principales temas relacionados con la Eucaristía.
La primera cuestión abordaba el tema de «La Eucaristía en la vida de la Iglesia» y preguntaba: «¿Qué importancia tiene, en la vida de vuestras comunidades y de los fieles, la celebración de la Eucaristía? ¿Cual es el porcentaje de participación en la Santa Misa de los domingos, de los días de semana, de las grandes fiestas del año litúrgico? ¿Existen estadísticas aproximativas a este respecto?».
Será el primer Sínodo celebrado en torno a Benedicto XVI. Había sido convocado por petición de Juan Pablo II. La noticia fue hecha pública por la Santa Sede el 12 de febrero de 2004.
El 12 de mayo de 2005, el nuevo Papas confirmó oficialmente la organización de este Sínodo, reduciendo en una semana su duración.
Benedicto XVI también confirmo en ese día los nombramientos que había hecho su predecesor en marzo para este encuentro.
Los presidentes delegados serán el cardenal Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara (México), y del cardenal Telesphore Placidus Toppo, arzobispo de Rancho (la India).
Según la metodología del Sínodo, los cardenales se turnan en la presidencia de la asamblea aunque esté presente el Papa.
El Papa también ha confirmado al relator general, el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia (Italia), y al secretario especial, monseñor Roland Minnerath, arzobispo de Dijon (Francia).
Al relator general del Sínodo le corresponde sintetizar los puntos convergentes surgidos de la primera fase sinodal –las intervenciones de sus participantes– para ser discutidos en la segunda fase, durante la cual todos los padres sinodales se dividen en pequeños grupos.
En la tercera fase el relator general y el secretario especial recogen en diferentes fases la lista de propuestas que votan los padres sinodales, y que al final del Sínodo son entregadas al Papa.
Estas propuestas constituyen la base para la redacción de la exhortación apostólica que el pontífice escribe como conclusión de los sínodos.