NIAMEY, martes, 10 mayo 2005 (ZENIT.org).- La red de «Cáritas» en Níger acaba de poner en marcha un programa urgente de ayuda alimentaria para paliar los graves efectos de la sequía en diversas regiones del país de población musulmana.
Con este objetivo, «Cáritas Níger» ha lanzado al conjunto de las «Cáritas» donantes de todo el mundo un llamamiento urgente de provisión de fondos por valor de 794.860 dólares estadounidenses para financiar la emergencia, informa un comunicado del organismo católico de ayuda enviado este martes a Zenit.
El programa de «Cáritas Níger» se orienta a garantizar a una población de 10.740 personas en condiciones de máxima precariedad el acceso a la comida y a los medios de subsistencia a través de la fórmula «trabajo por alimentos».
Para ello se repartirán 580 toneladas de cereales y se pondrá en marcha un plan agrícola de recuperación del terreno, sometido a un intenso proceso de degradación.
«Cáritas Níger» va a adquirir 75 toneladas de semillas mejoradas y otras 70 toneladas de forraje para el ganado.
Además, dará la máxima prioridad a la recuperación del capital semillero y al desarrollo de procesos alternativos de producción agropecuaria que permita diversificar a las familias sus fuentes de ingresos.
La acción programada por «Cáritas Níger» se enmarca en el paquete de medidas anunciadas por el Estado de este país africano para paliar los efectos de la hambruna.
En este sentido, las autoridades de la nación subsahariana se han comprometido a iniciar el reparto urgente de 78.100 toneladas de alimentos, además de solicitar la movilización de las distintas instituciones de cooperación bilateral y ONG presentes en el país.
La economía de Níger, basada en las actividades agropecuarias, está sumamente expuesta a las fluctuaciones climáticas propias de toda la región del Sahel.
En Níger existe una situación permanente de alerta alimentaria, originada por una pluviometría escasa que origina períodos de grandes sequías.
La suma de estos factores ha abocado al país a una grave crisis alimentaria, que está suponiendo una importante merma de la cabaña ganadera y un aumento alarmante de los índices de desnutrición en los grupos humanos más vulnerables (mujeres y niños fundamentalmente), así como el desplazamiento masivo de un 50% de la población.
En Níger tan sólo el 0,18% de sus aproximadamente 11 millones de habitantes es católico. El 80% de la población es musulmana y el resto sigue las creencias tradicionales.
