WASHINGTON, 12 noviembre 2002 (ZENIT.org).- La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos se encuentra reunida desde este lunes en Washington en su encuentro semestral para votar este miércoles dos documentos decisivos.
El primero se refiere a las medidas para la protección de menores de abusos de clérigos, después de que una Comisión conjunta de la Santa Sede y del episcopado estadounidense haya presentado propuestas para armonizar con el Derecho canónico las medidas surgidas de la última reunión del episcopado norteamericano en Dallas, en junio pasado.
En el discurso de apertura de la asamblea, monseñor Wilton Gregory, presidente de la Conferencia episcopal, garantizó este lunes la «determinación» de los obispos para adoptar «políticas que protejan a los niños» y garantizó que «no darán marcha atrás en la compasión por quien ha sufrido».
Constatando la posible crisis de falta de confianza que esta cuestión puede crear entre sacerdotes y fieles, monseñor Gregory afirmó que los obispos tienen la tarea primaria de ser «agentes de reconciliación». El llamamiento a la «comunión» representa el «fundamento esencial de nuestra vida en Cristo», aseguró.
El segundo documento sobre cuestiones migratorias está siendo discutido entre obispos mexicanos y estadounidenses. Se trata de una carta pastoral que ha sido redactada por los responsables de las Comisiones para la migración de los dos episcopados.
Entre otras cosas lanza un llamamiento a los presidentes Vicente Fox y George Bush para reanuden el diálogo sobre el flujo de los mexicanos que quieren trabajar en Estados Unidos, interrumpido tras el 11 de septiembre de 2001.
La carta ofrece además orientaciones para la preparación de los sacerdotes que tienen la difícil tarea de asistir material y espiritualmente a la integración de los inmigrantes.
Monseñor Thomas Wenski, obispo auxiliar de Miami, y presidente de la Comisión para la inmigración de la Conferencia episcopal estadounidenses, en declaraciones a Radio Vaticana espera que «este documento contribuye a realizar un contexto moral que ayude a afrontar la plaga de los inmigrantes clandestinos en nuestro país».