Dolor del Papa por el accidente ferroviario en Egipto

CIUDAD DEL VATICANO, 21 febrero 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha querido hacer público su dolor por la catástrofe ferroviaria más grande de la historia de Egipto del miércoles en la que perdieron la vida al menos 373 personas.

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En un telegrama enviado a la nunciatura apostólica de Egipto, Juan Pablo II asegura sus oraciones para que Dios acoja «en su paz a las numerosas víctimas de esta tragedia».

«El Papa presenta a las familias en luto por el drama su más sentido pésame, deseándo que encuentren en sus hermanos consuelo y solidaridad», añade el mensaje pontificio enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano.

Asimismo, el pontífice que esta semana se encuentra en Ejercicios Espirituales «invoca la bendición del Altísimo sobre las familias y sobre todas las personas heridas por esta catástrofe, que causa dolor al pueblo egipcio».

El tren viajaba de El Cairo hasta Asuán, en donde la gran mayoría de los pasajeros pensaba participar en la fiesta musulmana más importante del año, el Gran Bairam, o Adha, que marca el final de la peregrinación a La Meca. La Policía local considera que el accidente no fue intencionado.

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ZENIT Staff

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