El cardenal George lamenta el «antiamericanismo» que precede en Roma la visita de Bush

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ROMA, martes, 1 junio 2004 (ZENIT.org).- Consciente de que las relaciones entre Italia y los Estados Unidos «son excelentes», el arzobispo de Chicago, cardenal Francis George, ha manifestado su pesar por las manifestaciones que se preparan en Roma contra George Bush ante su inminente visita.

Es una actitud que suscita perplejidad entre los estadounidenses: «no somos capaces de entender cómo nos ven los demás», admitió en una entrevista concedida al diario católico italiano Avvenire el domingo pasado.

El purpurado, que acaba de estar en Roma con ocasión de la reciente visita «Ad limina» al Papa, ha podido constatar la preparación de estas manifestaciones, que considera que «son eventos en función más de la política interna italiana que de las relaciones italo-americanas, las cuales –por lo que sé– son excelentes».

Pero «cuando descubrimos que en alguna parte del mundo no nos quieren, nos quedamos impactados, sin habernos dado cuenta antes de haber hecho algo desagradable o de haber contrariado la sensibilidad de otros», explica el purpurado.

Y es que, con unos medios de comunicación «concentrados sobre las noticias internas» y un debate político «americano-céntrico», en los ciudadanos estadounidenses –«totalmente replegados sobre sí mismos»– existe «la mala costumbre de perseguir nuestros objetivos, incluso con la mejor de las intenciones, sin preocuparnos demasiado de las consecuencias», reconoce.

Al respecto, y de acuerdo con su misión, la Iglesia católica –«universal»– puede poner a las personas «en comunión entre sí superando límites geográficos, sociales y culturales», una tarea en la que «podemos y debemos hacer más, visto que estamos demasiado absortos en los problemas locales», prosigue el arzobispo de Chicago.

La visita de Bush a Roma tendrá lugar en el contexto de la celebración del sexagésimo aniversario de su liberación por parte de los aliados durante la segunda guerra mundial.

El presidente estadounidense, de religión metodista, pidió una audiencia al Papa antes de que éste viaje a Suiza el próximo fin de semana. En el horizonte del encuentro –previsto para el viernes que viene– está la pacificación de Irak.

«Estoy convencido –expresó el purpurado– de que el Papa desea ahora que la campaña en Irak concluya con éxito, por el bien de todos los que están implicados. Pero pienso también que está perplejo por el modo en que los estadounidenses están prosiguiendo su misión en ese país».

De hecho, «los abusos contra los prisioneros iraquíes son fuente de vergüenza para todos los estadounidenses, creyentes o no», subraya el cardenal George.

Pero «esos hechos –advierte– no son ciertamente representativos de nuestro comportamiento o de los valores que nos fundan como nación; por esto es importante que se saquen a la luz y sean justamente castigados».

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ZENIT Staff

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