El cardenal Maradiaga insta al pueblo hondureño a la reconciliación

En la celebración del 263 aniversario de la Virgen de Suyapa

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TEGUCIGALPA, jueves 4 de febrero de 2010 (ZENIT.org).- Durante la eucaristía de celebración del 263 aniversario de la Virgen de Suyapa, este miércoles, el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga llamó al pueblo hondureño y a las nuevas autoridades a comenzar una urgente reconciliación.

Más de dos millones de peregrinos se han movilizado para celebrar a la Virgen de Suyapa desde el 23 de enero, calcularon fuentes de la Iglesia Católica.

A la celebración asistieron el presidente Porfirio Lobo y su esposa, Rosa Elena, parte de su gabinete, el presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera; y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vásquez.

Las en torno a diez mil personas que llegaron al templo de los cuatro puntos cardinales del país escucharon adentro y afuera, el mensaje del cardenal, quien ayer mismo cumplió 17 años al frente de la Archidiócesis de Tegucigalpa.

El cardenal Rodríguez solicitó a Santa María de Suyapa, que “Dios habite entre nosotros con renovado amor, para secar lágrimas y no haya más llanto, ni dolor, si no esperanza de salir adelante”. “María es la madre que nos dice: hagamos juntos una nueva Honduras”, dijo y los presentes respondieron con fuertes aplausos.

El cardenal afirmó que “la reconciliación es necesaria porque se ha tratado de presentar la mentira como la verdad, el mal como si fuera bien y la justicia como injusticia”.

“Esta nueva etapa de Honduras que busca la reconciliación y la justicia social, nos recuerda las plegarias que rezan que en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, Dios dirige las voluntades para que se disponga a la reconciliación”.

“El Espíritu Santo es capaz de mover los corazones para que los enemigos vuelvan la vista, los adversarios se den la mano y los pueblos busquen la unión”, añadió.

“Hoy también en nuestra sociedad se continúa empujando fuera a Jesús, como hicieron en aquel tiempo en Nazaret, en el mundo hay una determinada cultura llamada moderna que reduce al ser humano a ser fruto de la casualidad”.

Añadió que “no se puede engañar a Dios ni a la propia conciencia, Jesús dijo: no hay nada oculto que no llegue a saberse, ni nada escondido que no llegue a descubrirse”.

El cardenal aseguró que “hoy es un día especial para darle gracias a Dios por medio de la Virgen María, por nuestra Honduras, por nuestra libertad, la soberanía e independencia que don Roberto Micheletti supo defender con las Fuerzas Armadas y junto a miles de hondureños y hondureñas que deseamos ser parte de las soluciones y no de los problemas”.

“No debemos esperar hasta el 2021, para celebrar 200 años de independencia, la historia dirá la verdad, porque en los meses pasados hemos tenido auténticos próceres luchando por nuestra independencia”, sostuvo la máxima autoridad religiosa.

El arzobispo de Tegucigalpa dijo a las nuevas autoridades: “Alégrense queridas hermanas y hermanos que les toca dirigir este país, Dios los ha elegido, porque Dios bendice a Honduras, alegrarnos porque queremos que reine entre nosotros la comunión, la comunicación, la fraternidad, la reconciliación, la fraternidad y la paz”.

Agregó que “nos alegramos en el Señor cuando un hondureño respeta a otro aunque piense diferente, nos alegramos cuando no nos tratamos como enemigos, si no como hermanos, cuando nos miramos a los ojos y nos reconocemos hijos de Dios, del mismo padre, de Honduras e hijos de la Virgencita de Suyapa”.

“Nos alegramos en el Señor cuando cuidamos a Honduras y no dejamos que ni de adentro ni de afuera manoseen nuestra libertad, nuestra Constitución y nuestra independencia”.

“Estamos llenos de esperanza porque sabemos que el humanismo cristiano va a guiar esta nueva etapa de nuestra Honduras, y deseamos que todos podamos colaborar en este proyecto para el bien de la nación”.

“Los problemas del mundo no se van a salvar con el dinero, la semana pasada un destacado economista dijo que el mundo se puede encontrar ante una recuperación estadística, pero ante una recesión humana, y no queremos que Honduras viva una recesión humana, al contrario, debemos crecer con el humanismo cristiano para crear una nueva Honduras digna, soberana, independiente, noble, justa y llena de amor”.

Oró para que el país salga adelante porque actualmente viene saliendo de las tinieblas, al tiempo que pidió la iluminación para las nuevas autoridades y finalizó con un llamamiento a que se “preocupen por los más pobres, por los más necesitados, por los marginados y excluidos, por nuestros ancianos, nuestros niños y jóvenes que son la mejor riqueza que tenemos”.

Por otra parte, una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por Víctor Rico, llegó este miércoles a Tegucigalpa para ayudar a Lobo a instalar una comisión de la verdad, que buscará aclarar lo que ocurrió antes, durante y después del golpe de Estado.

“Venimos a respaldar al nuevo gobierno, ese es nuestro propósito, y el presidente Lobo tiene la responsabilidad de formar el grupo que indagará sobre lo sucedido en Honduras’”, dijo Rico en el aeropuerto.

El establecimiento de dicha comisión es parte del Acuerdo Tegucigalpa-San José con el que Zelaya y Micheletti intentaron el 30 de octubre zanjar la crisis del país.
 
 

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ZENIT Staff

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