El representante papal en La India apremia a llevar la compasión de Jesús a los pobres

Al inaugurar la reforma del Hogar de Maternidad Vinaya

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NUEVA DELHI, viernes, 16 junio 2006 (ZENIT.org).- La inauguración de la reforma del Hogar de Maternidad Vinaya dio oportunidad, el miércoles, al nuncio en La India a exhortar al personal sanitario para que se haga llegar la compasión de Jesús a los pobres y a cuantos sufren.

El centro, en los suburbios de Delhi sur, está gestionado por las Salesianas Misioneras de María Inmaculada (SMMI).

«Se encarga de unos 180 casos de maternidad de los sectores más pobres de los alrededores de Delhi», explica la superiora, según cita una nota informativa de la Conferencia de los Obispos Católicos de la India (CBCI).

En la inauguración del centro renovado –ubicado en una localidad muy poblada–, el representante papal –el arzobispo Pedro López Quintana—apremió al personal médico y a los trabajadores sanitarios a «promover la cultura de la vida promocionado ésta y especialmente cuidando de las niñas».

E hizo presente el ejemplo del recién beato Kunjachan –el sacerdote Augustine Thevarparampil, apóstol de los «dalits» o intocables (Zenit, 30 abril 2006)–, quien era frágil y pequeño, pero realizó una inestimable contribución a la sociedad a través de su amor por los pobres y necesitados.

«¿Dónde están los altos y poderosos de su tiempo?», interrogó el prelado.

Recordó asimismo que «todos los católicos que facilitan atención sanitaria representan la compasión de la Iglesia por los pobres y necesitados».

El arzobispo López Quintana quiso además elogiar la labor de estas religiosas salesianas por hacer llegar cuidados sanitarios y socorro a los pobres de la localidad, que es frecuentada por personas de diferentes estados de la India.

La comunidad de las SMMI declaró por su parte que el nuncio apostólico se tomó personal interés en hallar los recursos necesarios para enfrentar los costes de la renovación (muy necesaria) del Hogar de Maternidad Vinaya.

El centro comenzó su labor como dispensario hace veinticinco años.

La mayoría de sus beneficiarios son personas que viven al día, o que tiran de «rickshaws» (carritos que usan como medio de transporte otras personas), empleadas de hogar y trabajadores.

1.095 millones de habitantes tiene La India, hindúes en un 80,5% y musulmanes en un 13,4%.

Más de 220 millones siguen viviendo bajo el umbral de pobreza.

Según datos que recordó recientemente el cardenal indio Ivan Dias, los cristianos sólo representan el 2,3% de la población (1,8% del total de habitantes del país es católico), pero atienden el 20% de toda la educación primaria del país, el 10% de los programas comunitarios de alfabetización y sanidad, el 25% de la atención de los huérfanos y viudas, y el 30% del cuidado de los discapacitados, leprosos y pacientes con Sida.

La gran mayoría de los beneficiarios de estas instituciones pertenecen a religiones distintas del Cristianismo –o a ninguna–.

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ZENIT Staff

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