BRUSELAS, viernes, 19 octubre 2007 (ZENIT.org).- Cuatro representantes del movimiento de los estudiantes venezolanos han sido recibidos por los más altos representantes del Parlamento Europeo para informar sobre la condición de los derechos humanos que vive su país.
Entre los encuentros que han mantenido los muchachos, destaca la entrevista con el presidente del Parlamento Europeo Hans-Gert Pöttering y con el vicepresidente, Mario Mauro.
La delegación juvenil estaba conformada por Geraldine Álvarez (Consejera Universitaria UCAB), Ronel Gaglio (Estudiante de Comunicación Social de la UMA), Rodrigo Diamanti (Egresado UCAB) y Elisa Tótaro (Estudiante de Comunicación Social UCAB).
Venezuela debería celebrar el 2 de diciembre un referéndum de reforma a la Constitución de 1999, con el que se busca establecer un «socialismo bolivariano» y garantizar, entre otras cosas, la reelección presidencial ilimitada de Chávez.
Entre otras cosas, los jóvenes pidieron a las instituciones europeas investigar las condiciones técnicas en las que tendrá lugar esta consulta popular, enviar un equipo de observadores de la Unión Europea que cuente con técnicos y especialistas en maquinas electrónicas electorales y crear una comisión que investigue la violación de los derechos humanos.
«La Unión Europea no puede mantenerse inerte frente a la creciente violación de las libertades fundamentales llevada a cabo por el régimen de Hugo Chávez», declaró el vicepresidente, Mario Mauro.
Asimismo, el grupo venezolano tuvo la oportunidad de hablar con José Ignacio Salafranca, presidente de la Asamblea Parlamentaria Ibero-Latinoamericana.
Giorgio Salina, presidente europeo de la Asociación para la Fundación Europa, institución de orientación cristiana, quien recibió a los jóvenes, ha explicado a Zenit que «el método de los jóvenes para presentar sus reivindicaciones es la no violencia».
«Sin embargo –añade–, sus repetidas intervenciones, retomadas por los medios de comunicación, han causado la represión del régimen de Hugo Chávez».
«Los estudiantes venezolanos han decidido decir la verdad, denunciando al mundo la situación real; y por esto son objeto de acciones represivas por parte del régimen que ignora los derechos humanos», concluye.
