BUENOS AIRES, 18 febrero 2002 (ZENIT.org).- El viceministro argentino de Economía, Jorge Todesca, anunció este lunes en declaraciones a una emisora de radio que hay un 1.400.000 nuevos pobres en el país.
Informó asimismo que el presidente Eduardo Duhalde dará conocer el próximo jueves las estadísticas oficiales sobre la pobreza en la nación en plena crisis económica y social.
Ante esta situación, el obispo de Santiago del Estero, monseñor Juan Carlos Maccarone, quien participa en la mesa de negociación entre los diferentes sectores de la sociedad, pidió este sábado a los líderes del país que no renuncien a sus responsabilidades y adopten medidas eficaces contra la desocupación.
Según las estimaciones oficiales el desempleo gira en estos momentos en torno al 30 por ciento. Sin estas medidas, afirmó el prelado, «creo que el país no va a tener certeza en la dirigencia».
Las declaraciones del obispo tuvieron lugar en la primera jornada de trabajo del grupo que integran referentes del gobierno, la empresa y el sindicalismo que se celebró el sábado en el colegio Jesús María, de Buenos Aires.
Monseñor Maccarone explicó que las cosas «más duras» que escuchó durante la ronda de conversaciones con distintos sectores de la sociedad, incluso con organismos internacionales, no se referían a que «la Argentina cierre sus cuentas o cómo será el presupuesto para ver cómo se colabora en el país, sino el haber descubierto que se había perdido el sentido del bien común».
«Nos dijeron: «nos duele comprobar que en medio de una crisis inédita haya grupos que tienen tendencia a querer posiciones mejores –reveló–. Esto significa claudicación moral y si son dirigentes o somos dirigentes claudicación moral de la dirigencia».
«Yo creo –estimó– que la certeza que necesitamos hoy en la Argentina es mostrar que la dirigencia es capaz de generar un cambio que, al menos, modifique el panorama de la gente».
