La epopeya de san Francisco Javier en cómic

Se publica su biografía en viñetas y en diez idiomas, muchos asiáticos

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SAN SEBASTIÁN, 25 noviembre 2002 (ZENIT.org).- La vida y hazañas del patrono de las misiones, san Francisco Javier (1506-1542), abandonan los tratados para especialistas y salen en tiras cómicas a todo color para el gran público, en más de diez idiomas y con dibujos del guionista Miguel Berzosa, especializado en cómic religioso.

El cómic se publica en medio mundo en el año en que se cumplen 450 años de la muerte del santo y jesuita navarro.

«He dibujado la vida de un héroe que no se arruga ante el peligro y entrega su vida por un ideal», explica Berzosa en declaraciones a Zenit revelando su objetivo plasmado en 48 páginas de un cómic que ya existe en castellano y euskera y que próximamente saldrá en catalán, portugués, portugués brasileño, gujerati, bengalí, tamil, lituano, inglés y probablemente en japonés.

Berzosa ha querido plasmar el punto de vista humano de Francisco Javier. «Me he centrado –explica– en las aventuras que corrió, prescindiendo de milagrerías y resaltando el aspecto de héroe, de persona que se entregó a un ideal hasta dar la vida por ello”.

El autor, que ha publicado este cómic por encargo de la Editorial Mensajero (http://www.mensajero.com), define este trabajo como su obra «más completa», la que le ha permitido más lucimiento estético, la posibilidad de explicar a los jóvenes la vida del santo y la posibilidad de contar cómo era el mundo del siglo XVI.

Berzosa está convencido de que el mundo hoy necesita figuras como la de Francisco Javier, capaces de presentar ideales grandes de manera atractiva, «sin imponer el propio punto de vista».

Francisco Javier, nació en 1506 en el castillo de Xavier, en la diócesis de Pamplona. Se encontró con Ignacio de Loyola en Paris en 1529. Tras hacer los votos religiosos, en 1534, en Mortmatre, en 1537 fue ordenado sacerdote en Venecia. El rey Juan de Portugal y legado del Papa lo mandó a Goa en 1542. Siete años más tarde llegó al Japón. En 1552 murió en China.

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ZENIT Staff

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