CIUDAD DEL VATICANO, 26 noviembre 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II presidirá las largas y comprometedoras celebraciones de esta Navidad, como lo ha hecho en sus más de 24 años de pontificado, según ha confirmado la Santa Sede.
En un comunicado publicado el 20 de noviembre pasado, la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice revelaba que el Papa presidirá en la medianoche del 24 de de diciembre la Misa del Gallo en la solemnidad de la Natividad del Señor. La celebración será transmitida por decenas de canales de televisión de todo el muno.
El día de Navidad el Papa dormirá muy poco, pues a mediodía del 25 de diciembre se asomará al balcón central de la basílica vaticana para impartir la bendición «Urbi et Orbi» y felicitar por la Navidad en más de 60 idiomas. Su saludo también será transmitido en directo a los cinco continentes por numerosos canales de televisión.
Como ya es tradición, el Papa celebrará el último día del año con una liturgia de Vísperas en la Basílica de San Pedro del Vaticano, que concluirá con el «Tedéum», himno de acción de gracias por el año recién transcurrido.
A las 10 de la mañana del primer día del año, el Papa presidirá la eucaristía con la que celebrará la Jornada Mundial de la Paz, que según él ha establecido en esta ocasión llevará por lema «»Pacem in terris»: Empeño constante».
Con este motivo, en los próximos días la Santa Sede publicará el mensaje que el Papa escribirá especialmente para esta ocasión. El Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz reveló en julio que la misiva «recordará los cuatro fundamentos de la paz a la luz de las circunstancias actuales», es decir: verdad, justicia, caridad y libertad.
De este modo, Juan Pablo II quiere recordar, además, el cuadragésimo aniversario de la publicación de la la famosa encíclica del beato Papa Juan XXIII «Pacem in terris», la primera en la que un pontífice se dirigía no sólo a los creyentes, sino a «los hombres de buena voluntad».
El 6 de enero, día de la Epifanía del Señor, como ya es costumbre, el Papa ordenará a nuevos obispos de varios continentes.
El Santo Padre clausurará el período litúrgico de la Navidad el 12 de enero, bautizando a varios niños de diferentes países, rodeado por los impresionantes frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina.
