La unidad, eje de la oración –en junio– por la Jornada Mundial de la Juventud 2008

Se proponen intenciones cada mes camino a Australia

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

SYDNEY, jueves, 7 junio 2007 (ZENIT.org).- La súplica por la unidad es la propuesta del mes de junio en la Campaña de Oración de la Jornada Mundial de la Juventud 2008 (JMJ), un llamamiento a todos los católicos del mundo.

Se pide oración por la preparación logística y espiritual del gran evento de fe y fiesta que reunirá a cientos de miles de jóvenes del mundo en torno a Benedicto XVI en Australia.

Esta iniciativa forma parte de las actividades de la JMJ. Para impulsarla mensualmente se sugiere en la web de la JMJ una intención expresada en un «Tema» y motivada con «Palabras de inspiración» y la «Intercesión de la misa del Domingo».

Se da respuesta así a la exhortación de Juan Pablo II, quien decía a los jóvenes del mundo: «¡Orad y aprended a orar! Abrid vuestros corazones y vuestras conciencias ante Aquél que os conoce mejor que vosotros mismos. ¡Hablad con Él!» (Carta Apostólica «Dilecti Amici»).

En junio la oración se propone por la unidad y la orientación por todos los grupos, comités y personal (de Australia) involucrado en la preparación de la JMJ, en especial por los distintos comités asesores y cuantos están trabajando en parroquias, escuelas y comunidades indígenas del país.

Ésta es la «Oración por la unidad» sugerida: «Padre Eterno: te alabamos porque has enviado a Tu Hijo para ser uno de nosotros y salvarnos. Mira a tu pueblo con misericordia, porque estamos divididos de muchas formas, y envía Tu Espíritu Santo para que haga de nosotros uno en el amor. Te rogamos este don, Padre amoroso, por Jesucristo Nuestro Señor. Amen».

Las «Palabras de inspiración» que aporta la organización de la JMJ son de la Encíclica de Pío XII («Sobre el Cuerpo místico de Jesucristo y sobre nuestra unión en él con Cristo»).

«A ejemplo de Cristo, también nosotros debemos pedir cada día que el Señor envíe obreros a su mies» (Mt 9, 38; Lc 10,2); cada día la oración común debe subir al cielo para recomendar a todos los miembros del místico Cuerpo de Jesucristo. En primer lugar, a los sagrados prelados, a cuya especial solicitud está confiada la propia diócesis; después los sacerdotes, y finalmente los religiosos y las religiosas […]. Ninguno de los miembros de este venerado Cuerpo debe ser olvidado en la plegaria común», escribió Pío XII.

El entonces pontífice exhortaba también a que «especialmente se tengan presentes a los que están oprimidos por los sufrimientos o las angustias de esta tierra», o, ya fallecidos, están purificándose; igualmente, indicaba la necesidad de la oración por los catecúmenos que se preparan para el bautismo.

La citada encíclica invitó fuertemente a que la oración común abrace en la «misma ardiente caridad» a los que aún no están en la Iglesia, o a los que se han separado de Ella por la escisión de la unidad en la fe. «Por esto repetimos la oración divina de nuestro Salvador al Padre celestial: «Que todos sean uno, como tú Padre en mí y yo en Ti; que también ellos sean en nosotros una sola cosa, para que el mundo crea que Tú me has enviado»» (Jn 17, 21).

Las intenciones de oración en la Misa dominical, propuestas por la organización de la JMJ para junio, son las siguientes:

– 10 de junio (Solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor): «Oremos para que los jóvenes, en su preparación para la Jornada Mundial de la Juventud 2008, crezcan en una comprensión y un deseo más profundo de recibir a Jesús en la Eucaristía y de ser Su presencia en el mundo».

– 17 de junio: «Oremos para que los jóvenes, en su itinerario hacia la Jornada Mundial de la Juventud 2008, se alejen del pecado y busquen la reconciliación con Dios, quien es infinito amor y misericordia».

– 24 junio: «Oremos para que en su viaje a la Jornada Mundial de la Juventud 2008, los jóvenes se inspiren en el ejemplo de Juan Bautista, para proclamar audazmente el mensaje del Evangelio».

«Te animamos a unirte en oración con nosotros y te agradecemos tu oración realmente tan necesitada», expresan los organizadores.

El lema que reunirá en la ciudad australiana de Sydney a jóvenes del mundo entero –del 15 al 20 de julio de 2008- es «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos» (Hechos 1, 8).

La gran cita católica mundial en Sydney está igualmente abierta a fieles de cualquier credo o de ninguno.

Más información en la web plurilingüe de la JMJ: www.wyd2008.org

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación