JERUSALÉN, viernes, 27 enero 2006 (ZENIT.org).- El Custodio de Tierra Santa ha manifestado su preocupación por las repercusiones que la victoria por mayoría absoluta del movimiento islámico Hamas en las elecciones palestinas podrían tener para las comunidades cristianas.
El episcopado italiano se hizo vehículo, a través de su agencia «Sir», de las declaraciones del sacerdote franciscano, quien apuntaba: «Ha terminado una época, existe preocupación, pero no hay que cerrar inmediatamente la puerta».
«Esperemos a ver qué intenta hacer Hamás, cómo se organiza –manifestó el padre Pierbattista Pizzaballa–. Hay que estar abiertos, pero vigilantes, sin conceder nada a la violencia».
La gran mayoría de los cristianos y de los católicos de los Santos Lugares es palestina.
«Existe mucha aprensión –reconoció el Custodio franciscano–. Hamás es un partido de clarísima identidad islámica. Veremos si prevalece la sensatez, la capacidad de gobierno y la moderación, o si se intenta proseguir en la lucha como se ha hecho hasta ahora. No deseamos levantar barreras inmediatamente, pero no podemos negar motivos de preocupación».
Hamás ha obtenido 76 escaños –30 escaños de las listas de candidatos y 46 en los distritos– los 132 que componen la Asamblea Legislativa, mientras que Al Fatah, el partido hasta ahora en el gobierno, se ha quedado en 43; el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Abu Mazen pedirá a Hamas formar nuevo gobierno.
«Hamás es una organización fuertemente arraigada en los Territorios palestinos», tiene un brazo armado cuyo número de combatientes es impreciso, apunta «Radio Vaticana».
Ofrece también la emisora la «ficha» de este «movimiento islámico de resistencia»: fue fundado por el jeque Yassin en 1987 con los objetivos, indicados en el estatuto, de destruir Israel y crear un Estado islámico palestino.
«Ha participado por primera vez en las legislativas palestinas, pero esta nueva dimensión política está precedida por una larga cadena de atentados. La formación integrista ha reivindicado, hasta la fecha, más de 250 ataques que han costado la vida a 500 personas, y está considerada como organización terrorista por Israel, los Estados Unidos y la Unión Europea», recuerda.
Por lo tanto «la violencia y el terror son las armas privilegiadas de Hamás –reflexiona la emisora pontificia–, pero el grupo radical no es sólo esto. El amplio consenso del que goza es debido también al compromiso en actividades formativas y religiosas. Hamás gestiona escuelas, hospitales y centros de asistencia para los más pobres».
La organización además «es muy activa en el campo de la información con una radio y una televisión, llamada Al Aqsa en homenaje a la gran mezquita de Jerusalén, tercer lugar sagrado para los musulmanes», apunta.
Este viernes, para los micrófonos de «Radio Vaticana», comentó el Custodio de Tierra Santa: «Hamás, aunque no lo quiera, tendrá que llegar a una negociación con Israel. Es una realidad que no puede ignorar, al menos desde el punto de vista técnico. Agua, luz, electricidad, todas estas cosas dependen de Israel, por lo cual quien administra los asuntos públicos debe, por fuerza, dialogar con Israel».
Y recalcó: «También para nosotros, como cristianos, se nos plantean muchos interrogantes. Los cristianos son ciudadanos palestinos en todo y para todo, pero está claro que reivindican también su identidad de cristianos, que debe ser mantenida en todo y para todo».
«Aún es pronto para hacer declaraciones. Espero que prevalezca el sentido común. La oposición es una cosa, el gobierno otra», concluyó.
