Monseñor Basile Georges Casmoussa han confirmado además a la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews.it» el plazo de tres días fijado –en la mañana de este miércoles– por los delincuentes.
Con gran preocupación por la situación en Irak, Benedicto XVI hizo el domingo pasado un llamamiento por la inmediata liberación de estos «dos buenos sacerdotes de la archidiócesis siro-católica de Mosul, amenazados de muerte».
Lamentó las «graves noticias de atentados y violencias» que llegan a diario de Irak y «que sacuden la conciencia de aquellos a quienes les importa el bien de ese país y la paz de la región».
El padre Mazin Ishoa, de 35 años, y el padre Pius Afas, de 60, se dirigían desde el centro de Mosul a la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en el barrio de al-Faisaliya, cuando fueron secuestrados.
De acuerdo con monseñor Casmoussa, ambos se «encuentran bien»; así se lo aseguran sus captores. El prelado está siguiendo en persona las negociaciones.
En cualquier caso, «hasta ahora no ha habido contactos directos con nuestros dos sacerdotes», aclara.
Invita a «no dejar de orar». «Es lo único, lo mejor que podemos hacer», concluye.
