Un mundo más pequeño de lo previsto

Las previsiones de Naciones Unidas muestran la caída de la fertilidad

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NUEVA YORK, 5 abril 2003 (ZENIT.org).- Las últimas estimaciones sobre población mundial han reducido en 400 millones su previsión para el año 2050. La División de Población de las Naciones Unidas ha publicado su informe «Perspectivas sobre Población Mundial: Revisión del 2002», que explica que el declive se debe al número de muertes por Sida y a una fertilidad más baja de la esperada.

Hace apenas dos años la División de Población pronosticó una población mundial de 9.300 millones a mitad de siglo. El nuevo informe, hecho público el 26 de febrero, baja esta estimación hasta 8.900 millones. (La cifra es la variable media, que se considera como estimación más probable). La población mundial actual se estima en 6.300 millones.

La División de Población concede que los niveles de fertilidad en los países en vías de desarrollo caerán probablemente por debajo del índice de reemplazo generacional de 2,1 niños por mujer durante este siglo. De hecho, la proyección de la variable media pronostica que, a mediados de siglo, tres de cada cuatro países en las regiones menos desarrolladas estará por debajo de la fertilidad de reemplazo generacional. Éste es un fenómeno ya aceptado en los países económicamente avanzados, y el informe reconoce ahora la dramática caída de la fertilidad en otros países.

La revisión de las Naciones Unidas también pronostica un empeoramiento del impacto del Sida, incluso asumiendo que las infecciones de VIH descenderán significativamente después del 2010. Para el 2050, la suma total de tales muertes podría elevarse hasta los 278 millones. Se han proyectado reducciones absolutas en la población de Botswana, Lesotho, Sudáfrica y Swazilandia.

Diferencias regionales
El crecimiento de población variará mucho según regiones. El crecimiento actual en las regiones más desarrolladas es de un 0,25% anual, mientras que el de las regiones menos desarrolladas es de 1,46%. Para el 2050, predice el informe, la población de las regiones más desarrolladas habrá estado bajando durante 20 años, mientras que la población de las regiones menos desarrolladas todavía habrá estado subiendo un 0,4% al año.

La División de Población prevé una caída en las poblaciones de 33 países a mitad de siglo. Entre los cambios más notables está una reducción de 14% en Japón; una caída del 22% en Italia; y caídas de entre un 30% y un 50% en Bulgaria, Estonia, Georgia, Letonia, Federación Rusa y Ucrania.

Las naciones más pobladas continuarán creciendo, incluso a pesar de que sus niveles de fertilidad serán bajos. Entre el 2000 y el 2050, se espera que ocho países (en orden de crecimiento: India, Pakistán, Nigeria, Estados Unidos, China, Bangla Desh, Etiopía y Congo) cuenten con la mitad del crecimiento de población proyectado para el mundo.

En términos de regiones, el informe pronostica una población de 5.200 millones en Asia, comparada con los 3.800 millones de hoy. Las cifras de África podrían elevarse hasta los 1.800 millones desde los 851 millones actuales. Se proyecta un aumento de la población de Latinoamérica de 768 millones desde los 543 actuales. Pero las cifras de Europa caerán hasta los 632 millones de los actuales 726 millones.

Se espera que aumente la esperanza de vida. A nivel mundial, es probable que la esperanza de vida al nacer suba desde los 65 años de hoy hasta los 74 años en 2045-2050. El aumento será menor en las regiones más desarrolladas, de los 76 a los 82 años, y mayor en las regiones menos desarrolladas, de 63 a 73 años.

Una población envejecida
En el horizonte se esperan poblaciones más envejecidas. El número de personas de más de 60 años de edad se triplicará, desde los 606 millones del 2000 a los 1.900 millones del 2050. Para entonces, 8 de cada 10 personas ancianas vivirá en los países menos desarrollados, en comparación con el 6 de cada 10 actual.

El fenómeno del envejecimiento será especialmente fuerte, en cuanto a porcentaje de población, en las naciones más desarrolladas. Las personas de más de 60 años constituyen ahora el 19% de la población. Para el 2050, dicha cifra subirá hasta el 32%. El número de personas ancianas ya sobrepasa el nivel de niños (con 14 años o menos). A mitad de siglo, la población mayor excederá el número de niños en 2 a 1.

Se espera también que la edad media – la edad en que la mitad de la población es mayor y la otra mitad más joven- suba notablemente. A nivel mundial, la edad media subió apenas 3 años en el periodo 1950-2000, desde los 23,6 hasta los 26,4 años. Durante los próximos cincuenta años, la edad media mundial alcanzará los 37 años. En 17 países desarrollados, la edad media será de 50 años o más. Entre éstos están Japón, Letonia y Eslovenia, cada uno con una edad media de cerca de 53 años. Justo detrás, con una edad media de cerca de 52 años, están la República Checa, Estonia, Italia, Singapur y España.

Desafío a las viejas mentalidades
El último informe de Naciones Unidas ha hecho que algunos reconsideren los antiguos miedos sobre el crecimiento de población. En un cambio de dirección notable, el New York Times, en una editorial del 17 de marzo, admitía que «las cifras de crecimiento de la población están cayendo a plomo».

El periódico observaba que hace sólo una generación, Paul Ehrlich, en su libro «La Bomba de Población», advertía que la superpoblación mataría el planeta. Ahora, el editorial hacía notar que si las últimas previsiones son ciertas, «nos darán un mundo con muchos problemas, pero totalmente opuestos a los que preocuparon a Paul Ehrlich».

No obstante, algunos países todavía persisten en programas coercitivos de planificación familiar. El National Catholic Register en su entrega del 9-15 de febrero informaba sobre una dura crítica contra la anticoncepción forzada, hecha pública por la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México. La comisión lamentaba el 16 de diciembre que las organizaciones sanitarias hayan estado imponiendo, en todos los 31 estados de México, medidas anticonceptivas en la población indígena y en los campesinos, sin su consentimiento.

El reportaje dice que se descubrió que «el personal médico en las clínicas públicas rurales fuerza a las mujeres a que acepten el uso de dispositivo intrauterinos como un método de control de nacimientos», bajo la amenaza de perder las ayudas del gobierno. También se presiona a los hombres para que acepten la esterilización. La comisión también observaba que en algunos estados, se implanta el DIU sin el consentimiento de las mujeres.

El Register afirmaba que el último programa de control de nacimientos se llevó a cabo por organizaciones sanitarias privadas, aunque fue planeado por el Consejo Nacional de Población con el consejo, la financiación e incluso la participación de funcionarios locales del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Y mientras que Estados Unidas ha parado la financiación del gobierno al UNFPA, otros países han aumentado su apoyo. Associated Press informaba el 6 de marzo que Suecia ha aumentado sus donaciones del 2003 en 2,4 millones de dólares. Su donación del 2002 de 22 millones de dólares la convierte en el quinto donante más importante del UNFPA. La Unión Europea es también un generoso partidario del UNFPA. Ha firmado un acuerdo para entregar 22 millones de euros (23,4 millones de dólares) al UNFPA y 10 millones de euros a la International Planned Parenthood Foundation, informaba este último el pasado 11 de septiembre.

Mientras sus poblaciones comienzan a descender, los países europeos se están convirtiendo, junto con Japón, en los principales apoyos financieros del UNFPA en las naciones del Tercer Mundo. Los errores también se pueden exportar.

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ZENIT Staff

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