MANILA, 18 enero (ZENIT.org).- Más de cien mil personas se reunieron ayer a medianoche ante el Santuario de Edsa, en Manila, para celebrar la segunda noche de vigilia contra la suspensión del proceso parlamentario al presidente Joseph Estrada, acusado de corrupción.
El Senado ha negado la posibilidad de abrir las cuentas bancarias secretas del presidente lo que se interpreta en Manila como «una absolución de hecho».
El cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila, ha invitado a la población a seguir en la calle «hasta que el mal no sea vencido con el bien».
Cada vez esta más claro que la salida en masa de la oposición a la calle se revela como la segunda edición del «People Power», la revuelta popular pacífica que, en febrero de 1996, obligó al dictador Ferdinand Marcos a huir del país.
Tras la misa de la primera noche de vigilia, ante el Santuario de Edsa, en la que participaron la ex presidenta Cory Aquino y la actual vicepresidenta y líder de la oposición Gloria Macapagal Arroyo, el cardenal Jaime Sin celebró ayer por la tarde otra misa.
«Estamos todos enfadados –tronó el cardenal– con los 11 senadores sin pudor que han decidido escondernos la verdad. La moralidad no es una cuestión de números, la moralidad viene de Dios. Y Dios castigará a quienes han impedido conocer la verdad».
El arzobispo de Manila habló de Estrada como de «una persona inmoral que sigue mintiendo» y afirmó que «cuando se demuestre la evidencia, sólo los estúpidos y los locos dirán que es inocente como una paloma y puro como un niño».
El cardenal Sin no ha excluido una campaña de desobediencia civil pero hay quien, como la vicepresidenta Gloria Arroyo, teme un golpe militar. Por su parte, Estrada está dispuesto a desafiar a toda la oposición y ha desplegado a las fuerzas de seguridad en los puntos neurálgicos del país.