LONDRES, 11 feb 2001 (ZENIT.org).- El abad benedictino Dermot Trudget ha puesto de moda en la City londinense los retiros espirituales para ejecutivos. Responsables de las grandes empresas y firmas inglesas, sometidos por la dictadura del trabajo, buscan de este modo la armonía necesaria para su salud mental y física, en la regla de San Benito, conocida por su síntesis «ora et labora».

Aunque han pasado 1500 años desde que la redactara el patrono de Europa, la sabiduría que encierra sigue dando frutos.

El Padre Dermot llegó a la vida religiosa a los 46 años. Había sido directivo de una empresa de hostelería y profesor universitario.

«Me di cuenta de que mi vida se había construido sobre la ambición, era un círculo vicioso --ha explicado en declaraciones publicadas por el diario español «La Razón»--. Después de un cargo, otro más prestigioso, con un sueldo más cuantioso y así siempre. Me pregunté si de verdad esta continua carrera merecía la pena, con un trabajo que absorbía todas mis energías. La misma pregunta se la han hecho muchos de los que vienen a pedirme ayuda. Con personas cultas, preparadas, inteligentes. Lo que sucede es que les falta la atención a las cosas del espíritu».

Como respuesta a esta demanda, en su abadía benedictina de Douai, a las afueras de Reading, en el Berkshire al sur de Londres, organiza retiros espirituales de 48 horas, durante los fines de semana. La propuesta abarca seis retiros al año, con el fin de ayudar a los ejecutivos a encontrar la paz espiritual que el stress les ha hecho perder. Incluso hay algún caso de bufetes o grandes empresas que han pedido que fuera a su sede a dirigirles estos retiros. «No puedo decir sus nombres, por razones obvias de deontología profesional», confiesa.

Estos retiros, buscados por personas con profundas convicciones religiosas, pero también por quienes no saben gestionar sus experiencias negativas, ayudan a encontrar la armonía personal. «Ya no se trabaja sólo para ganar más, o porque sea una obligación moral, sino porque gusta o satisface, y con frecuencia se trabaja en grupo, con la ayuda de compañeros. Pero siempre queda el problema de saldar las cuentas con el error, con los fallos, una experiencia que la sociedad niega, pero que siempre sucede. Es en los momentos de crisis cuando entramos en relación con nosotros mismos, aunque sea una experiencia dolorosa, difícil de vivir. Es más, en la perspectiva benedictina el sufrimiento del trabajo es un medio de redención que nos acerca más a Dios».

El ciclo completo de los retiros que el Padre Dermot ofrece a los ejecutivos abarca los siguientes temas: «ganar o vivir», «las virtudes del trabajo», «las relaciones en el trabajo», «responsabilidad y comportamiento ético», «gestión del éxito y del fracaso», «diseñar un plan de vida espiritual».