La carta, publicada por la Sala de Prensa el viernes pasado, lleva fecha del 25 de agosto, cuatro días antes de que Sung y Milingo se encontraran en Roma para hacer definitiva su ruptura.
En su misiva, monseñor Milingo señala: «mientras le digo gracias, Santo Padre, me doy cuenta de que estas breves y simples gracias es muy poco».
A continuación, evoca su encuentro con Juan Pablo II, el día 6 de agosto, en el que renunció a su matrimonio y contactos con la secta Moon y reafirmó su fidelidad a la Iglesia católica.
Al llegar a este punto, se compara con la pecadora de la Biblia que besó los pies de Jesús para obtener el perdón y con el hijo pródigo que vuelve al abrazo paterno.