ROMA, 11 septiembre 2001 ( HREF=»Zenit»>http://www.zenit.org/»>Zenit, Climati explica cómo los jóvenes son atrapados por las tenazas del ocultismo.
–Zenit: ¿De qué habla «Los jóvenes y el esoterismo»?
–Carlo Climati: Se trata de una investigación sobre las tendencias esotéricas de las nuevas generaciones. Comienza con cuatro entrevistas a muchachos que han logrado salir de la trampa del ocultismo, del espiritismo, de la magia y del satanismo. Después, analizo una serie de argumentos de actualidad: el rock satánico, las discotecas, los secretos esotéricos de los tatuajes y del piercing, la New Age, el mundo de Internet, los comics, la película «The Blair Witch Project», el problema de los magos en televisión, los telefilmes de contenido esotérico, los juegos, los dibujos animados japoneses, los videojuegos y los juegos de rol.
Al final se presenta un pequeño diccionario de los términos esotéricos y una amplia bibliografía.
–Zenit: ¿Cree usted que, en los últimos años, ha aumentado el interés de los muchachos y muchachas por el esoterismo?
–Carlo Climati: Creo que sí. El año pasado, en Chiavenna, Italia, tres muchachas menores de edad asesinaron a una religiosa propinándole 19 cuchilladas para ofrecer una especie de «sacrificio» al diablo. En sus diarios, se han encontrado símbolos demoníacos y frases tomadas del rock satánico.
El interés de los muchachos por el esoterismo, el satanismo y el espiritismo ha crecido de manera impresionante. Horóscopos, amuletos, Tarot y sesiones espiritistas son, hoy por hoy, compañeros de camino de las nuevas generaciones víctimas de un auténtico bombardeo esotérico, realizado a través de los medios más variados: desde la música, la televisión, los videojuegos, los comics, hasta el cine y la discoteca.
–Zenit: ¿Cómo tiene lugar este «bombardeo»?
–Carlo Climati: Es un bombardeo que encuentra terreno fértil en la vida de muchos jóvenes, caracterizada con frecuencia por una profunda soledad, por situaciones familiares difíciles, y por la incertidumbre ante el futuro. El interés por el esoterismo, propuesto como una solución inmediata a los problemas cotidianos, puede causar daños enormes en la mente de los muchachos y muchachas. Puede contribuir a crear una generación de «nuevos esclavos», enjaulados en sus mismos comportamientos.
Horóscopos, magia, sesiones espiritistas y discos de rock satánico mueven un facturado de millones de dólares. De este modo, hay quien ha decidido enriquecerse a costa de los muchachos, atrayéndoles con auténticas «trampas».
–Zenit: ¿Cómo se difunde el virus del esoterismo? ¿Cuáles son las causas de la epidemia esotérica que atrapa a las nuevas generaciones?
–Carlo Climati: Todo nace de una gran equivocación. Los jóvenes piensan que el esoterismo es algo fascinante, simpático. Creen encontrar en el ocultismo un aliado para resolver sus propios problemas. De este modo, se acercan con confianza a las prácticas mágicas, al espiritismo, y al satanismo, sin darse cuenta de que están jugando con el fuego. En los últimos años, los muchachos han experimentado una especie de lavado del cerebro, que les ha llevado a no tener miedo del mundo oculto.
El acercamiento a los ambientes esotéricos puede representar un auténtico riesgo. Participar en una sesión espiritista o en un rito satánico significa abrir de par en par las puertas a mundos realmente peligrosos. Se comienza jugando, pero no se sabe dónde se puede terminar.
–Zenit: ¿Cómo puede entrar en contacto un adolescentes con el mundo del satanismo, del espiritismo, y del esoterismo?
–Carlo Climati: Existen puentes que facilitan este itinerario. El más eficaz es ciertamente un cierto tipo de música rock, que se inspira en el ocultismo, y que en los últimos años se ha convertido en un óptimo negocio discográfico.
Comenzando por el simple interés por un cantante de «rock satánico», se pueden entrar en contacto con el mundo del satanismo. Se trata de un proceso de acercamiento que se da por pasos.
–Zenit: ¿Cuáles son estos «pasos»?
–Carlo Climati: Como decía, ante todo el joven se apasiona por el cantante «satánico». Después siente la necesidad de saber algo más. El segundo paso es el conocimiento de los textos de las canciones y el consiguiente contacto con una filosofía de transgresión.
El tercer paso es la compra, por parte del joven, de revistas musicales que hablan de su cantante preferido. Ultimamente, en algunas publicaciones de rock, no sólo se habla de música, sino también de satanismo y esoterismo. En ocasiones se presenta la dirección de sectas satánicas o de páginas web en Internet de cantantes ligados al ocultismo.
De este modo, para saber más, se da el cuarto paso: la búsqueda en Internet. De la curiosidad se pasa al interés por las páginas o «newsgroup» (foros) de las sectas.
El último paso es el contacto directo del joven, a través del e-mail, con una secta.