SOFIA, 11 septiembre 2001 (ZENIT.org).- Bartolomé I, patriarca ecuménico ortodoxo de Constantinopla, ha pedido a los búlgaros que reciban al Papa «sin prejuicios» si, como ha propuesto el gobierno, Juan Pablo II visitase el país en el año 2002.

«La manera en que sea recibido el Papa dependerá de la fuerza espiritual de los miembros de la Iglesia local, pero una conducta plenamente respetuosa, sin prejuicios, es ciertamente lo mejor», dijo el patriarca en declaraciones al diario «Troud», el más popular de Bulgaria.

El arzobispo Antonio Menini, nuncio apostólico había revelado el mes pasado que el Papa podría visitar Bulgaria en mayo de 2002. El Vaticano no ha confirmado el viaje oficialmente.

Las relaciones entre la Santa Sede y la Iglesia Ortodoxa han sido particularmente tirantes tras la caída del régimen comunista en los países de Europa del Este, pues la Ortodoxia ve el renacimiento de la Iglesia católica como una amenaza. Juan Pablo II, sin embargo, tomó la iniciativa de restañar las viejas heridas durante su visita a Grecia en mayo, al pedir perdón por los pecados de los católicos contra los cristianos ortodoxos.

El Papa hizo también un esfuerzo por superar las diferencias cuando visitó Ucrania y Siria este año.

«Si la fe de la comunidad ortodoxa de Bulgaria es fuerte, no tenemos nada que temer del Papa ni de cualquier otra persona no ortodoxa --dijo el patriarca--. La reconciliación con la Iglesia católica no significa un menoscabo de los dogmas ortodoxos».

En enero, 75 intelectuales búlgaros, incluyendo el ministro de Exteriores, Solomon Passi, enviaron una carta abierta a Juan Pablo II, invitándole a visitar Bulgaria este año, a pesar de la incipente oposición de la Iglesia ortodoxa. La Ortodoxia, sin embargo, al final se anunciado que dará la bienbenida al Papa en su condición de jefe del Estado vaticano.

Bartolomé llegó a Bulgaria el pasado día 5 de septiembre para realizar una visita de cuatro días y tomar parte en dos reuniones de carácter religioso en Plovdiv, al sur de Bulgaria. Estaba previsto que se entrevistara con el patriarca Maxim, el presidente Petar Stoyanov y el primer ministro, el ex rey Simeón de Bulgaria.

Más del 80% de los búlgaros son miembros de la Iglesia Ortodoxa búlgara que es independiente de Constantinopla.